Alemania pone cara de póquer
31 de enero de 2007
El póquer considerado mientras tanto un deporte, gana cada vez más adeptos en Alemania. No tantos como el fútbol, pero los germanos lo practican con una pasión y disciplina preocupantes.
Pero no sólo el póquer, los juegos de naipes y las apuestas en general se han popularizado. Miles de personas pasan su tiempo en cafés, casinos o frente a una pantalla de Internet con la esperanza de volverse ricas, inmensamente ricas.
Los juegos de apuestas reales o virtuales no sólo apasionan a hombres, también ellas invierten tiempo y dinero, lo mismo da si en una gran ciudad o en el poblado más alejado, la tendencia es nacional. Hay largas listas de espera para participar en torneos, amas de casa se juntan a apostar o participan en cursos para aprender a jugar.
Un mercado con potencial
"¿Quiere jugar póquer y hacerlo con éxito? Si es usted mejor que el promedio puede percibir ingresos que le permitirán vivir de ellos, o por los menos podría ser un ingreso adicional", se lee en una de las cientos de páginas de Internet que ofrecen cursos online para aprender a jugar póquer.
El curso es gratuito, simplemente hay que hacer un download y en pocas horas sabrá usted las bases del juego. Una vez aprendido el ABC del póquer un popup lo guiará de la teoría a la práctica. Con sólo dos euros puede participar, no hay tope máximo.
Los que prefieren un poco más de calor humano a la variante gratuita de Internet, pueden acudir por sólo 88 euros a uno de los cientos de cursos que ofrecen ingeniosos "expertos del naipe" que han descubierto este nicho de mercado. En tan sólo cuatro horas prometen convertirlo en especialista, digno de competir con los personajes principales de "Casino Royale" o "Cincinnati Clou", películas que por cierto, sirven de trasfondo para estimular a los estudiantes.
Millones con ayuda del ratón
El paso de una ronda alegre de naipes al vicio puede ser pequeño y lo que empieza siendo un juego puede acabar muy mal. Los expertos estiman que en Alemania viven unos 400.000 viciosos del juego y se registra un crecimiento preocupante de los jugadores con comportamiento patológico desde que la era del Internet convierte cada computador personal y la oficina de casa en un casino, en el que la ilusión de riqueza está a sólo un click de ratón.
Según la Asociación alemana de la Industria de Máquinas de Juego hay unos 2,9 millones de apostadores en Internet. Y da que pensar el hecho de que uno de los grandes éxitos de venta de la pasada Navidad hayan sido sets de póquer de 20 euros, que compartieron lugar con el resto de los regalos debajo de los arbolitos alemanes.