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Europa va a la escuela

Mirra Banchón22 de enero de 2007

Llevando a representantes de la política a las escuelas alemanas, se pretende que los jóvenes tomen conciencia de que esa UE Europea que parece tan lejana está más cerca y es más concreta de lo que muchos creen.

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Erasmus: una ventaja de la unión de EuropaImagen: European Community, 2004

Miembros del gobierno alemán, de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo visitaron 700 planteles educativos alemanes durante el "Día de la EU", un proyecto para acercar a las juventudes europeas, en este caso alemanas, al ente abstracto que puede resultar la Unión Europea y sus complejas estructuras. Otro proyecto del mismo calibre tendrá lugar en seis meses cuando Portugal ejerza la presidencia rotativa.

"Queremos que Europa haga escuela", declaró la canciller alemana, Angela Merkel, en una escuela barrial de Berlín. En su opinión, se trata de hacer campaña por Europa creando conciencia entre la juventud acerca de que "sólo podemos acometer los desafíos de nuestro tiempo -el cambio climático, la lucha contra el terrorismo, la conformación de la globalización- en una alianza europea".

Lo mejor: la paz

El matiz de la conversación del vice canciller alemán, Frank Müntefering, fue un tanto más personal, al contarles a los muchachos berlineses el empinado y pedregoso camino que tuvo que recorrer este hombre de 67 años hasta llegar al prominente sillón que ocupa en la política alemana y europea. ¿Que eso no tiene nada que ver con Europa? Este "Matusalén", como él mismo se denominó, vivió los años de la guerra y sabe lo que vale la paz. "Europa es una región pacífica y ésa es la mayor bendición de la que gozamos", dijo Müntefering. En ello coincidió con el acento que puso, por su lado, el comisario europeo Günter Verheugen: "A pesar de todas las merecidas críticas, conservar la paz es su principal función".

¿Y en concreto?

Si la unión monetaria y la paz europea o el mismo cruce de fronteras sin tener que mostrar pasaportes resulta muy abstracto -sobre todo para los que han crecido con ello y no lo conocen de otra manera-, baste con mirar la gran popularidad de la que goza el programa Erasmus, que permite a los jóvenes cursar dos semestres en una universidad de otro país de la Unión Europea, gozando de una beca. 20 años celebró ya el programa: "a los 1,5 millones de estudiantes que han participado en Erasmus, se sumarán otros tantos hasta 2012. En los últimos siete años hemos gastado menos de mil millones de euros en el programa. Para los próximos siete años nos ponen más de 3 mil millones a disposición", explica Margot Wallström, vice presidenta de la Comisión Europea. Muchos concuerdan que la inversión vale la pena, tanto porque, en lo personal, es una experiencia de la cual los jóvenes europeos sacan provecho su vida entera, como porque aumenta la movilidad laboral. Y que conste que no se menciona aquello tan rebuscado de la destrucción de barreras culturales.

Visualizándola

Es decir, si la gran burocracia y las complejas estructuras de la Unión Europea resultan incomprensibles y muy lejanas, la mayoría de los jóvenes europeos nacieron con las grandes ventajas concretas que les ofrece, a veces sin darse cabal cuenta de que es de la unión de Europa de donde han surgido. Pero, para visualizarlo, baste con querer estudiar dos meses en París. Y Europa se vuelve concreta.

Con esta conciencia -la cual se pretende fomentar con la presencia de los políticos en las escuelas- probablemente se verá más claramente que la Europa de la que tanto hablan está más cerca, es más concreta y ofrece mucho más ventajas de lo que muchos jóvenes -en el mejor de los casos hasta hoy- creían.