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Der Spiegel: el espejo de Alemania

Emilia Rojas S.4 de enero de 2007

Seis décadas se cumplen desde la aparición del semanario informativo Der Spiegel, pieza clave en la historia alemana de la postguerra por sus reportajes de denuncia y su compromiso con la democracia.

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Der Spiegel sigue siendo una publicación clave en el ámbito de la prensa alemana.Imagen: picture-alliance/dpa

Haciendo honor a lo que significa su nombre, "espejo", el semanario Der Spiegel viene ofreciendo desde hace 60 años un reflejo de la sociedad alemana, minucioso en sus detalles y muchas reveces nada halagüeño para los protagonistas de la política nacional. Su fundador y editor general, Rudolf Augstein, tenía sólo 23 años de edad cuando obtuvo la licencia de parte de las autoridades de ocupación británicas. El 4 de enero de 1947 salió a circulación el primer ejemplar de la revista, concebida desde un comienzo como punta de lanza de la democracia.

Influencia política

Su sexagésimo aniversario encuentra a Der Spiegel convertido desde hace mucho tiempo en toda una institución en Alemania. Referencia obligada para los políticos de cualquier segmento del abanico ideológico y fuente de información amplia y fidedigna para el ciudadano interesado en la actualidad, el semanario ha marcado profunda huella en el país. Fue, de hecho, el primero en consagrar el periodismo investigativo en Alemania y tiene a su haber el mérito de haber destapado varios escándalos que sacudieron en su día a la opinión pública nacional.

Rudolf Augstein, fundador y por largos años director de Der Spiegel.
Con esta portada salió por primera vez a circulación Der Spiegel.Imagen: picture-alliance/ dpa

Su gran influencia hizo temblar a muchos poderosos del país. Y también el Spiegel se convirtió en protagonista involuntario de un bullado caso, que quedó registrado para siempre en los anales de la prensa alemana. En 1962, un artículo sobre el concepto defensivo a la OTAN planteó la conclusión de que el ejército alemán estaba sólo parcialmente en condiciones de garantizar la defensa del país ante un eventual ataque soviético. El gobierno lo consideró "traición a la patria", las oficinas de redacción fueron allanadas y los autores del texto, al igual de Augstein, fueron detenidos. Tres meses permaneció el editor en la cárcel, hasta que las investigaciones determinaron que las acusaciones carecían de fundamento. Tal fue la indignación que el episodio ocasionó en la opinión pública que el entonces ministro de Defensa, Franz Josef Strauß, perdió el puesto.

Marcando pautas

Más allá del ámbito político propiamente tal, el semanario también marca pautas en Alemania en otros terrenos. Por ejemplo, su lista de los libros más vendidos sirve siempre para avalar el éxito de alguna publicación. También son muchos los que se remiten a esta revista para disipar sus dudas en cuanto al uso correcto del idioma, en vista de las inseguridades provocadas por la reforma ortográfica.

Rudolf Augstein, fundador y por largos años director de Der Spiegel.
Rudolf Augstein, fundador y por largos años director de Der Spiegel.Imagen: AP

Der Spiegel ha perdido algo del tono cáustico de antaño y se ha ido adaptando a los nuevos tiempos, también en lo tocante a los soportes que emplea. Desde hace más de una década está presente con gran éxito en internet. Si bien le han salido al paso competidores, como el semanario Focus, goza de buena salud como empresa periodística, cuya propiedad está en un 50,5% en manos de sus empleados. La tirada se mantiene por sobre el millón de ejemplares, con un volumen de ventas de 322 millones de euros el año pasado. Y, aunque los políticos ya no tiemblen con tanta frecuencia ante su aparición como en tiempos de Augstein, sigue gozando de un prestigio que promete asegurar su supervivencia por muchos años más.