Claroscuros latinoamericanos
6 de octubre de 2006
La globalización, la debacle de las ideologías, las secuelas de las reformas económicas, la insatisfacción social, la apatía, y la crónica debilidad institucional, son elementos que han coadyuvado a que reaparezca el populismo en la región, según el reporte Indicadores sobre el desarrollo de la democracia en América Latina, elaborado por la Fundación Konrad Adenauer y la organización Polilat.com. Chile, Costa Rica y Uruguay encabezan el listado de países latinoamericanos con un mayor grado de democracia, mientras que Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Ecuador presentan el desarrollo más negativo en esta materia.
La encrucijada de los líderes
Ambas organizaciones señalan que „la existencia de políticos que se presentan ante las sufridas sociedades latinoamericanas como los redentores de las necesidades sociales cierran un lamentable círculo vicioso. Esta constelación se alimenta además de la enorme alza en los precios de algunos bienes latinoamericanos de exportación en los mercados internacionales, lo cual atrae extraordinarios ingresos: en muchos países los suplementos se utilizan para construir y fortalecer las redes de clientelismo político, y en otros se profundiza la brutal zanja entre lo que ganan los ricos y el ingreso de los sectores marginados por el sistema social y político“, señala el documento.
El reporte también hace recuento de algunos aspectos positivos. Por ejemplo, los organismos consideran que „no todos los países de la región han caído en las turbulencias políticas o en la anomia de las „democracias defectuosas“. Países como los que encabezan la lista „se encuentran en una búsqueda constante de mejoras institucionales y eficiencia política“.
El documento ubica a México en el lugar número cinco, a Argentina en la sexta posición, y a Colombia en el 11. El reporte Indicadores sobre el desarrollo de la democracia en América Latina se elabora desde el año 2002. Mide y compara las aspiraciones democráticas de las sociedades latinoamericanas en diversas dimensiones del desarrollo democrático, como el estado de los derechos políticos, la calidad de las instituciones, la eficacia política y el margen de gobernabilidad.
La competitividad, también a la baja
Por otra parte, el Foro Económico Mundial publicó recientemente su Reporte Mundial de Competitividad 2006-2007, según el cual „en lo que toca a América Latina, los resultados dejan ver a una región visiblemente enemiga del concepto de competitividad. En nuestra región se observa una carencia de instituciones sanas y creíbles, razonablemente transparentes y abiertas, por lo cual se prohíjan favoritismos en la toma de decisiones del gobierno. Además, se aprecian judicaturas poco independientes, ambientes inestables de negocios, y grandes costos de seguridad asociados a los altos niveles del crimen y de la corrupción“. Esto se resume en una conclusión: en materia de competitividad, todos los países latinoamericanos se encuentran por debajo de la media internacional.