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Nueva terapia genética contra el cáncer de piel

CP9 de septiembre de 2006

Gracias a la ingeniería genética, dos pacientes con melanoma fueron tratados exitosamente. Si se logra desarrollar la terapia, que manipula células del sistema inmunológico, podría curarse ese tipo de cáncer.

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¿Esperanza para curar tumores cutáneos?Imagen: DW-TV

Ya existen vacunas contra ciertos tipos de cáncer producidos por virus, como la vacuna contra la hepatitis B, que previene el cáncer de hígado. Pero contra el cáncer de piel y otros cuyo origen no es viral, no se había desarrollado hasta ahora una vacuna eficaz. Como las células de este tipo de cáncer poseen la misma masa genética que las demás células del cuerpo, los linfocitos T, células del sistema inmunológico encargadas de destruirlas, no podían reconocerlas.

Gracias a un reciente estudio realizado por el renombrado inmunólogo Steven Rosenberg, del Instituto Nacional del Cáncer de Bethesda, EE.UU., parece vislumbrarse una nueva terapia. Por medio de células manipuladas genéticamente e implantadas luego en enfermos de cáncer de piel se trató a 17 pacientes. Dos de ellos han sido dados de alta luego de un año y medio de tratamiento, según informa el equipo de Rosenberg en la revista ‘Science’. También en Alemania se estudia y prueba esta nueva terapia.

Celúlas equipadas para identificar tumores

Rosenberg explica el procedimiento de la siguiente manera: se extraen linfocitos T del paciente y se las convierte en células capaces de reaccionar ante un tumor. Los 17 pacientes tratados por el investigador tienen melanoma, el tipo de tumor cutáneo más agresivo. De su sangre se extrajo linfocitos T, a los que se les inyectó genes que contenían el plan para la producción de ciertas moléculas que actúan como receptores celulares en la superficie de los linfocitos.

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Células cancerosas.Imagen: DW-TV

La función de dichos receptores es reconocer células cancerosas activando así al sistema inmunológico para combatirlas. Estas células, armadas con los receptores, son las que se inyectan en el paciente.

Dos meses después de la infusión, la cantidad de linfocitos manipulados de este modo era de un 10 por ciento en 15 de los 17 pacientes en tratamiento, según datos de los investigadores. En dos de ellos, la cantidad de linfocitos T era más alta. Además, las metástasis se habían reducido tanto que se pudieron extraer operativamente.

Gran potencial terapéutico

A más de un año de comenzar el tratamiento, aún circulan células con manipulación genética por la sangre de ambos pacientes, y, a un año y medio luego del tratamiento, se les dio de alta. Los científicos dicen que “las células modificadas genéticamente son un potencial terapéutico para la terapia biológica contra el cáncer”.

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Del paciente se extraen linfocitos T y se los transforma en células capaces de reaccionar ante un tumor.Imagen: DW-TV

Según Günter Hämmerling, del Centro Alemán de de Investigaciones Oncológicas (DKFZ), en declaraciones a la revista Der Spiegel, "se puede considerar un éxito el hecho de que el método se haya probado en humanos y que se cuente con un paciente curado, ya que hasta ahora sólo se habían realizado estudios en cultivos de tejido y en ratas de laboratorio.”

La diferencia con tratamientos ya existentes consiste en que anteriormente se tenían que aislar los linfocitos T y cultivarlos para luego poder implantar cerca de 10 mil millones en el paciente. Un método eficaz, pero muy complicado.

Es necesario equipar mejor a las células

El inmunólogo alemán Hämmerling comenta que “no es muy probable que se produzcan curaciones espontáneas, y no puede descartarse que alguna célula con cáncer escondida en el organismo vuelva a reproducirse. “

Christoph Huber, de la Universidad de Maguncia, piensa que también en Alemania podría haberse investigado el mencionado método, ya que “hace tres años estamos en condiciones de probar la terapia con receptores T en humanos. Y podemos decir que contamos con mejores receptores. Pero, a pesar de habernos esforzado por conseguir fondos suficientes, no hemos podido recaudarlos”.

Huber comenta que el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. es financiado por el gobierno estadounidense. Rosenberg cree que el método es bueno, pero que la terapia debe desarrollarse aún más, ya que algunas células cancerosas son capaces de esconder las moléculas que los linfocitos T deberían reconocer, haciendo imposible la identificación.