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Nunca es tarde para aprender... ¡a andar en bicicleta!

Emilia Rojas3 de septiembre de 2006

Sin llegar al extremo de Holanda, Alemania es un país amante de la bicicleta. Tanto más difícil se hace la vida para aquellos que no saben usarla. Pero un club ciclista ofrece la solución, con cursos para adultos.

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Mucho es lo que se pierde si no se sabe andar en bicileta.Imagen: Bilderbox

Andar en bicicleta es tan fácil que cualquier niño puede hacerlo. ¡Cierto! Pero, para los adultos que por razones de las más variadas índoles se quedaron sin aprenderlo en su infancia, subirse a una bici es todo un desafío, ante el cual muchos se dan por vencidos sin haberlo siquiera intentado. Sobre todo porque no deja de ser vergonzoso para un grandulón bambolearse, más o menos lastimosamente, haciendo equilibrismo sobre dos ruedas ante las miradas burlonas, o en el mejor caso compasivas, de los transeúntes.

Superando el trauma

BdT Hamburg im Fahrradfieber
Más del 75% de los alemanes tiene una bicicleta.Imagen: picture-alliance/dpa

El asunto puede ser traumático, sobre todo en países donde la bicicleta es un vehículo apreciado no sólo para el transporte, sino para el esparcimiento. En Alemania hay cerca de 66 millones de bicicletas, es decir, más del 75% de la población posee una. Quien no sabe utilizarla forma parte pues de una minoría y, como tal, puede ser víctima de la marginación social, por ejemplo a la hora de organizar excursiones.

Pero semejante problema tiene solución. El Club Alemán de Ciclismo ofrece la terapia adecuada para los numerosos adultos aquejados por este síndrome de abstinencia ciclística. Allí se puede tomar clases para acabar de una vez por todas con el trauma.

Dos o tres veces por año tienen lugar estos cursos en Bonn y unas cuantas ciudades: Hamburgo, Münster, Düsseldorf y Friburgo. Por aproximadamente 100 euros, las personas ya creciditas pueden aprender allí todo lo necesario para superar sus miedos y montarse sin problemas en la bicicleta.

Las novedades de Eurobike

La demanda es grande porque, al fin y al cabo, estos cursos representan para muchos la única posibilidad de recuperar el tiempo perdido y sumarse a la legión de ciclistas que día a día recorren las calles alemanas, haciendo ejercicio para bien de su estado físico y, de paso, ahorrando gasolina, que hoy en día se paga a precio de oro.

Además, el mundo del ciclismo ofrece también otros atractivos, como se está viendo por estos días en la feria Eurobike, que se desarrolla hasta el 3 de octubre en Friedrichshafen. Allí se exhiben las novedades del ramo, principalmente en materia de accesorios.

Por ejemplo, asientos de bicicleta con ventilación que permiten mantener la temperatura baja, bombines integrados que ya no se pueden perder, o neumáticos a prueba de pinchazos, fabricados con un material protector que, según dicen, sería más resistente que el de los chalecos blindados.

Otras novedades son una especie de airbags para bicicletas y triciclos plegables para adultos, que de seguro resultan especialmente atractivos para los mayores que se aventuran a dar sus primeros pedaleos.