Cristianos integristas abren colegio propio en Baviera

En Alemania, la asistencia a la escuela es obligatoria. No obstante, el grupo cristiano integrista "Doce Tribus" (Zwölf Stämme) ha ganado una batalla con las autoridades que les permitirán, por ahora, educar a sus niños fuera del sistema escolar oficial.

Baviera ha accedido finalmente a que 32 niños de la agrupación, en edad escolar, reciban clases en una escuela particular con sus propios maestros, si bien ésta quedará sometida al control estatal. En un principio, el permiso para este colegio quedó limitado a un año.

Las autoridades de Baviera lo consideran una "solución de emergencia". Según Stefan Rössle, del consejo administrativo de la localidad bávara de Donauwörth, la creación de este colegio privado "pone fin a una situación ilegal que se mantuvo por largos años".

Darwin proscrito

Debido a sus convicciones religiosas, padres pertenecientes a las Doce Tribus venían batallando desde hace más de cuatro años para mantener a sus hijos al margen del sistema estatal de educación. Los miembros de este grupo religioso toman las enseñanzas de la Biblia al pie de la letra y prefieren apartar a sus retoños de ciertos aspectos del mundo moderno. Por ejemplo, se limitan a enseñarles la historia de la creación, pero no la teoría de la evolución. También la educación sexual está proscrita de sus libros escolares.

Sin embargo, como en Alemania no está permitido enseñar a los niños en casa, los padres de las Doce Tribus han tenido que pagar un alto precio por su resistencia al sistema oficial educativo. Cerca de 160 mil euros en multas por no enviar a los pequeños a la escuela y hasta una pena de cárcel de dos semanas a la que fue sometido uno de los progenitores no lograron, sin embargo, inducirlos a acatar la ley.

Supervisión estatal

El resultado de la pugna ha sido un acuerdo en que ambas partes han tenido que ceder. El Ministerio de Educación bávaro ha aprobado un currículum especial para la nueva escuela privada, en la que sólo imparten clases maestros escogidos por las Doce Tribus. "Para nosotros, lo principal era proteger el derecho de los niños a la educación", señaló un portavoz ministerial. En consecuencia, la peculiar escuela será sometida a la supervisión estatal y los inspectores escolares podrán visitarla cuando les parezca conveniente, para comprobar en el terreno cómo se enseñan las materias. "Mantendremos la mirada atenta sobre el proyecto", asegura Rössle.

Políticos del partido de Los Verdes han criticado el acuerdo, señalando que no se actúan en interés de los niños al permitir a una "comunidad religiosa cuestionable" educar al margen del sistema escolar.