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Atentados en Turquía: la represión estatal no paga

DW-WORLD29 de agosto de 2006

El aún no solucionado conflicto interno de Turquía que se rehúsa a reconocer completamente a su gran minoría kurda, aflora con terrorismo contra los turistas que enriquecen al país, comentan los columnistas europeos.

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Terror contra turcos y turistas extranjeros.


El periódico La Libre Belgique aduce: “Con sus atentados en dos de los más frecuentados centros turísticos de Turquía, los terroristas querían matar, y sobre todo, atentar contra ciudadanos extranjeros.

En las Costas del Mediterráneo pertenecen Marmaris y Antalya – con Bodrum, Kusadasi, Fethiye y Didymes a los lugares favoritos de turistas británicos (… y alemanes). Balnearios baratos con una bullida vida nocturna. Con 20 millones de visitantes en 2005 la industria turística turca es la mayor productora de divisas del país. En 2006 Turquía busca obtener unos 20 mil millones de ganancias en dicho sector.”

Kurdos y anti-kurdos contra UE

El diario británico The Times piensa: “En Turquía hay dos fuerzas en acción: la una es la lucha de los kurdos por su reconocimiento como minoría, la otra es la perspectiva de que Turquía sea recibida como miembro de la Unión Europea. La apertura del Gobierno de Ankara frente a la cuestión kurda se le debe, en parte, al pedido de Bruselas.

Pero la mera posibilidad de pertenecer al Club de Bruselas ha puesto en movimiento algunas cosas. Muchos kurdos están en contra de la membresía porque eso significaría el fin de sus esperanzas de obtener un Estado independiente. Pero en el mismo aparato de seguridad del Estado turco hay otros tantos que rechazan las consecuciones a los kurdos y mucho se alegrarían de que el proyecto fracasara”.

¿Quince millones de kurdos sin derechos?

El rotativo Kurier, de la capital austriaca Viena, advierte: “Turquía tiene que solucionar de una vez por todas el conflicto kurdo-turco. La negativa del Gobierno de que aquí no hay nada grave que solucionar es demencial. El diálogo político con esta gran minoría (15 de los 70 millones de turcos son kurdos) es urgente. Igualmente urgente es la mejoría de la situación económica de los territorios kurdos en la Anatolia: quien tenga el derecho de sentarse a la mesa a cenar, no decide adherirse a milicias clandestinas”.

Vía militar es callejón sin salida

El diario alemán Bonner General-Anzeiger insiste: “Quien se siente acorralado patalea sin control en todas direcciones. Hasta en los tiempos más terribles de la guerra entre el Estado turco y la militancia armada kurda cuando en la década de los noventa los ataques terroristas eran la orden del día, el objetivo no eran ni los ciudadanos turcos ni los turistas extranjeros, aunque haya habido algunas víctimas. Los atentados de Marmaris y Antalya son un ejemplo para el mayor uso de la violencia por ambas partes.

Extremistas kurdos, pero también el ejército turco aumentan el empleo de la violencia como instrumento para la solución del conflicto y se mueven hacia una callejuela sin salida, porque ni el PKK, el ala armada del Partido Comunista Kurdo, ni el Estado turco en Ankara podrá ganar por la vía bélica.”