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Cuba y las empresas

Entrevista de Luna Bolívar Manaut4 de agosto de 2006

Entrevista de DW-WORLD con Wilhelm Boucsein, representante de Baviera, uno de los Estados federados de Alemania, para México y Cuba.

https://p.dw.com/p/8u64
Balcón en La Habana: a las empresas les interesa vender sus productos.Imagen: AP

DW-WORLD: América Latina es tradicionalmente una región interesante para Alemania Latina desde el punto de vista económico. ¿Qué papel desempeña Cuba para Alemania?

WILHELM BOUCSEIN: Cuba desempeña un papel de creciente importancia para la industria alemana y particularmente para la industria de Baviera, que es el Estado federado alemán con más furete representación empresarial en la isla. En el último año, empresas bávaras han firmado con el Gobierno de Cuba contratos por unos 500 millones de euros, lo cual es un volumen bastante considerable. Empresas alemanas son socios privilegiados del Gobierno de Cuba, que está impulsando un importante programa de modernización de la infraestructura. Y en particular en el sector de maquinaria, Cuba prefiere los productos alemanes.

Las relaciones políticas entre La Habana y Berlín no son actualmente muy buenas. ¿Afecta ello los contactos económicos?

Hay que verlo en forma separada. Las empresas persiguen naturalmente sus intereses. Y sería positivo un acompañamiento político, sin que por ello los Estados abandonen sus posiciones de principios. El Estado de Baviera lo lleva a la práctica. Nosotros mantenemos desde hace años buenas relaciones con Cuba, naturalmente en particular en el sector económico, y hemos desarrollado una cooperación plena de confianza, a través de visitas, por ejemplo del ministro de Comercio Exterior de Cuba a Múnich y del ministro de Ciencia, que ya ha estado también varias veces en Múnich. Esas relaciones de confianza en el ínterin también han dado frutos. De parte del Gobierno bávaro se trata de una posición consecuente, que es muy apreciada por las empresas bávaras. Pero en general las empresas alemanas no están muy felices con la posición restrictiva del Gobierno de Berlín con respecto a Cuba.

¿Cómo se manifiesta esa insatisfacción o cuáles son las consecuencias de esa instisfacción?

Las consecuencias son que básicamente no se recibe apoyo. Y como en el caso de Cuba se trata de una economía estatal, son necesarios contactos con instancias estatales, con el Gobierno. Por ello es importante que las instancias políticas acompañen los esfuerzos de las empresas. En el caso del Gobierno de Baviera es así y por ello tenemos también un buen nivel de encargos.

En caso de que Fidel Castro próximamente no detente el poder, ¿qué consecuencias tendría ello para las empresas alemanas?

No contamos con grandes cambios, por lo menos a corto plazo. Los contactos económicos entre Cuba y las empresas alemanas se han fortalecido considerablemente en los últimos tiempos y no creo que ello cambie. Podría ser que, en sectores que eventualmente puedan ser algo más liberalizados, empresas alemanas tengan una mayor participación. Pero esos son elementos que no manejamos. Actualmente no se puede prever cómo se desarrollarán las cosas en Cuba. Nosotros estamos interesados en todo caso en que la situación se mantenga estable, ya que ello es para las empresas un factor importante. Todo lo demás son especulaciones, en las que no queremos participar.

Si los EEUU cambian su política con respecto a Cuba, por ejemplo en lo que se refiere al embargo, ¿qué consecuencias cree Vd. que pueda tener ello para Alemania?

Cuba es un mercado y todos los mercados están expuestos a la competencia. Con una eventual presencia de empresas estadounidenses en Cuba, esa competencia se agudizaría más. Pero básicamente, ésa es mi experiencia, los cubanos cuentan con excelente información, tienen excelentes ingenieros y expertos, justamente en el sector técnico-científico, y saben qué necesitan para su infraestructura. Por ello aprecian mucho prácticamente todos los productos alemanes en el sector de la fabricación de maquinaria. Y el criterio que ahora aplican, de rigurosa prioridad de la relación precio/calidad, no cambiaría, tampoco si entran al mercado empresas norteamericanas. Esas empresas tendrían que someterse también a esos criterios.

¿Cree Vd. que la economía desempeñará un importante papel en el futuro de Cuba?

Por cierto. Hace dos, tres años en Cuba comenzó un gran programa para la modernización de la infraestructura de la isla en los sectores de telecomunicaciones, energía eléctrica, aparatos médicos, abastecimiento de agua potable y eliminación de aguas residuales. E igual cómo se desarrolle el proceso político en Cuba, ello no cambiará mucho.

¿Cuáles serían para Vd. las condiciones ideales para desarrollar actividades económicas en Cuba?

Nosotros no podemos decir mucho, eso es cosa de los cubanos. No es nuestra tarea opinar acerca de qué sectores se pueden liberalizar o qué sectores deben quedar como están. No podemos ni queremos inmiscuirnos de ninguna manera. Nosotros cooperamos con los socios confiables que tenemos a disposición. Y si los cubanos quieren cambiar o no el sistema en el futuro, eso es cosa que compete sólo a ellos. Importante es que exista una armonía entre las empresas y sus Gobiernos. En el caso de China, por ejemplo, existe una mayor armonía entre los intereses de las empresas y la política de Berlín, lo cual no es así en el caso de Cuba.

¿Sería China un posible modelo para Cuba?

En principio sería imaginable. Eso está en principio siempre en la discusión. Pero cómo los cubanos piensan sobre ello, no lo sabemos. En principio, algo así siempre es posible.