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Tener hermanos hace más sociable

Arancha Bocio Sierra14 de julio de 2006

Expertos italianos demuestran que existen notables diferencias entre los hijos únicos y los que tienen más hermanos. El experimento lo realizan con ayuda de unos ratones bebés.

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También los ratones necesitan compañía.Imagen: WDR/Schmitt-Menzel

Experiencias sociales tempranas

En el Istituto Superiore di Sanitá de Roma, se ha realizado un experimento que contesta algunas de nuestras preguntas sobre el hombre como ser social. Para ello, utilizaron un grupo de ratones que habían crecido en comunidades en las cuales eran amantados, lo que hacía que más tarde aceptaran de una forma más rápida su rango social. En cambio, los animales que eran hijos únicos y que sólo eran criados por su propia madre lo hacían más lentamente. Esto parece ser un factor clave para la competencia en sociedad de estos roedores.

Unos ratones muy sociales

Estas experiencias aumentan la competencia social y juegan así un papel central en el desarrollo del comportamiento dentro de la sociedad. Los investigadores forman unos grupos de animales, en los que tres ratones madres amamantan y crían a su descendencia conjuntamente. Este grupo es comparado con otro, en el que las madres lo hacen tan sólo bajo las condiciones habituales del laboratorio.

Los animales que crecen en grupo desarrollan una sustancia que potencia las conexiones de las células nerviosas. Cuentan con un cerebro más plástico que los hijos únicos. En los hombres, esta plasticidad del órgano del pensamiento es considerada como una condición decisiva para el aprendizaje y la memoria. Y juega un papel muy importante en la evolución, como ser que forma parte de una sociedad.

Coincidencias psíquicas

Los investigadores encuentran una enorme relación entre este descubrimiento y ciertas enfermedades psíquicas. La depresión y la esquizofrenia están asociadas a la carencia de una sustancia que a su vez están relacionada con la vivencia de experiencias traumáticas durante la niñez. La falta de contacto con otras personas en la infancia pueden elevar la predisposición a manifestar enfermedades de tipo psicológico, como por ejemplo: la depresión, la esquizofrenia u otras fobias sociales.

Parece fundamental que en esta época temprana de la vida, haya un gran contacto social para así evitar, en la medida de lo posible, este tipo de enfermedades y poder ofrecer un mejor nivel de vida, ya que el ser humano, es un ser social en todos sus aspectos. Alrededor del 10% de la población de las naciones occidentales industrializadas, sufren de estos trastornos.