Intentar un acuerdo

Resolver la crisis cuanto antes

El País, de Madrid, editorializa: "Para gobernar y llevar a cabo las reformas pendientes, Calderón necesitaría que las cámaras pasasen las correspondientes leyes. El PAN, pese a haber pasado a ser el primer partido, no cuenta con la mayoría suficiente, por lo que tendría que pactar bien con el PRD, bien con el histórico PRI (Partido Revolucionario Institucional), cuya derrota en las presidenciales y en las elecciones legislativas hace presagiar que entrará en una aguda crisis. Además, el PRI no dará fácilmente su apoyo a un hombre muy próximo a los movimientos integristas católicos como es Calderón.

El reto de las impugnaciones y la movilización ciudadana dificultan cualquier acuerdo entre López Obrador y Calderón. Pero deben intentarlo. México está ante una crisis política que tiene que resolverse cuanto antes, preservando, como hasta ahora, unas instituciones que han dado muestras de fortaleza ante este forcejeo. Ninguno de los dos cuestiona la independencia del banco central, un tipo de cambio flexible y unas cuentas públicas saneadas. Es una base suficiente para intentar entenderse cuando haya pasado la tormenta. El país lo necesita para consolidar y profundizar su democracia".

Muy difícil realizar reformas

The Guardian, de Londres, escribe: "Los mayores problemas para Calderón se plantearán –como ya se plantearon para su predecesor, Fox– en la política interior y política económica. México sufre las consecuencias de un débil crecimiento económico, tremendas desigualdades sociales, grandes monopolios y poderosos sindicatos que han impedido una modernización de las leyes laborales.

El crimen, que en gran parte tiene que ver con el narcotráfico, es una plaga, contra la que el anterior Gobierno emprendió muy poco. En la Policía, los tribunales y en el sistema judicial se registran demasiados abusos. Pero el resultado electoral significa que el Presidente sólo dispondrá de un tercio de los votos en el Parlamento. Ello hará muy difícil realizar reformas radicales."

Ofensiva del Kremlin

La Repubblica, de Roma, comenta la próxima cumbre G 8 en San Petersburgo: "Poco antes de la cumbre G 8 en San Petersburgo –la primera en la que Rusia ocupa la presidencia– se ha intensificado la ofensiva del Kremlin para calmar a la comunidad internacional. A 15 años del colapso de la URSS, Moscú teme que la gran oportunidad de probar que el país ha vuelto a ser una súper potencia revele ser un bumerán. Vladímir Putin no quiere estar dentro de diez en el fuego cruzado de las críticas.

El año tendrán lugar elecciones parlamentarias en Rusia y el la primavera de 2008, la elección del nuevo Presidente, en las que no se podrá presentar como candidato. En cuanto a su política interior se le ha acusado de haber limitado fuertemente la democracia. En el exterior se ha dado la alarma por su "imperialismo energético", llevado a la práctica por Gasprom. (...) Lo que para Moscú cuenta es probar que el país desea la estabilidad y la cooperación.