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La heroína como terapia

Francisco Caro29 de junio de 2006

Un estudio realizado en varias ciudades alemanas demuestra que la heroína es más efectiva que la metadona en las terapias de desintoxicación. DW-WORLD habló con Christoph Dilg, del ambulatorio para heroinómanos de Bonn.

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La heroína ayuda a curar a heroinómanos. En Alemania y otros países hay estudios que lo verifican.Imagen: Bilderbox

Hasta el momento en Alemania se usa la metadona para el tratamiento de adictos graves a la heroína. El ambulatorio para heroinómanos de Bonn es el primer centro en Alemania que empezó a probar una terapia alternativa basada en la prescripción controlada de heroína. Según los resultados, funciona mucho mejor que la realizada con el sucedáneo.

Usar la heroína como medicamento es una cosa que preocupa a médicos y políticos. Por eso el estudio tuvo que apoyarse en bases científicas muy sólidas. Cuando finalmente en 2001 se superaron los primeros obstáculos aparecieron otros problemas con los que Christoph Dilg, médico del ambulatorio de heroinómanos de Bonn, no contaba.

Comienzos difíciles del proyecto

Spritze im Fuß
Muchos consideran contradictorio usar la sustancia que provoca la adicción para curarla.Imagen: AP

El primer día que Christoph Dilg y sus colaboradores abrieron, se plantaron en la delegación de sanidad para convocar plazas para el programa de desintoxicación pero no se presentó nadie. Nadie quería convertirse en conejillo de indias. La mayoría de los heroinómanos decían que lo que ellos querían era desintoxicarse y no entendían el uso de la heroína a tal efecto.

Dilg dijo a DW-WORLD: "Había una serie de requesitos para ser admitido en el programa. Un grupo de los heroinómanos tenía que haber participado por lo menos 5 años en otras terapias de desintoxicación y no haber logrado mejoría. También logramos convencer a otro grupo de personas que nunca habían hecho ninguna terapia y sufrían un alto grado de deterioro físico y psicológico producido por adicciones graves".

Los pacientes sufrían de neumonías, miocarditis, enfermedades del hígado y, casi siempre, ictericia. Su vida consistía en huir de la policía y buscar drogas en la calle.

Metadona versus heroína

Heroinspritze
Un adicto se inyecta según las prescripciones de la terapia. Bonn es la primera ciudad alemana que empezó el tratamiento.

Dilg contó a DW-WORLD que después de encontrar a los participantes, los dividieron en dos grupos. A un grupo se le empezó a suministrar metadona y al otro heroína. La división de los pacientes era importante para poder comparar resultados. Después de un año los pacientes del grupo de la metadona que habían evolucionado bien podían pasar al de la heroína si había plazas libres y si médicamente era aconsejable.

La metadona calma las consecuencias físicas del síndrome de abstinencia pero no elimina la adicción en la cabeza. Así, muchos del grupo de la metadona consumían también otras drogas. Éste también fue el caso del grupo de la heroína pero sólo al principio. Después de algún tiempo bastó la dosis de heroína prescrita por los médicos.

Dilg nos explicó que los pacientes mismos podían decidir cuánta heroína querían tomar siempre que la dosis exigida no superara los límites marcados por la terapia. Pronto empezaron a notarse resultados: "Nuestro temor de que los pacientes exigieran cada vez más no se hizo realidad. Muy al contrario, después de un año muchos empezaron libremente a reducir la dosis media que los pacientes se administraban para calmar los efectos de la abstinencia". Aquello sólo fue el principio, poco a poco los participantes fueron logrando metas mayores.

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Los heroinómanos se curan con heroína

Behandlungsstelle für Süchtige in Bonn
Un adicto a la heroína llega al centro para seguir con su tratamiento.

Ahora, los efectos secundarios de la adicción a la heroína, tales como estreñimiento, sudoración incontrolada o insomnio son cosa del pasado para muchos participantes en el estudio. Tal como cuenta Dilg, "fueron consiguiendo bajar la dosis de tal modo que muchos son totalmente abstinentes o están en el camino de serlo. Nadie había esperado tales resultados".

Dilg señaló a DW-WORLD que tales resultados son también fruto de un programa educativo, una atención psicológica y una asistencia social completa y continuada. Los participantes en el estudio no sólo recibieron apoyo médico sino que también se les ayudó a encontrar un trabajo o una casa. También se puso en marcha un novedoso programa educativo para transmitir a los pacientes conocimientos en medicina de manera que se hicieron expertos en su propia adicción.

Según Dilg, después de un año los pacientes que recibieron el tratamiento con heroína se estabilizaron mucho más que aquellos que habían tomado la metadona. El 60% de los 1015 pacientes que tomaron heroína mejoraron mucho física y psicológicamente y redujeron el consumo de droga. Por el contrario, sólo un 40% de los tratados con metadona tuvieron esta evolución positiva.

El 20% de diferencia demuestra que el nuevo tratamiento es mejor que el antiguo. Dilg afirma que desde el punto de vista científico, se trata de un resultado sensacional. "Normalmente cuando se prueban terapias o medicamentos nuevos con éxito, el resultado positivo se reduce a un 3%".

La ley y el dinero entorpecen la terapia

Spritzbesteck
Aguja usada para la inyección de heroína en el centro médico de Bonn.

Ahora habrá que ver si los resultados del estudio sirven para modificar los métodos tradicionales en la lucha contra la adicción. Según Dilg, el ayuntamiento ha decidido financiar el proyecto hasta finales del 2006. Puesto que no se sabe de qué manera seguirá el proyecto no se pueden ocupar las plazas libres disponibles para la terapia.

Queda abierta la cuestión de cómo reaccionarán los organismos políticos ante los resultados de este estudio. "La terapia tiene sentido. Desde el punto de vista práctico no hay problema. Pero para que la heroína se introduzca en las terapias de tratamiento de drogodependientes más allá de los límites de un estudio científico, primero tiene que cambiarse la ley de estupefacientes. Sólo entonces es cuando las compañías de seguros médicos podrían ofrecer el tratamiento", explica Dilg.