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"El extranjero tendrá que corregir opinión sobre Uribe"

José Ospina Valencia29 de mayo de 2006

En Berlín ganó Carlos Gaviria. En Alemania sin embargo, Álvaro Uribe fue el amplio ganador de las elecciones presidenciales. "Uribe tendrá que ser escuchado en el exterior", dice Dieter Nohlen en DW-WORLD.

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El presidente colombiano Álvaro Uribe.Imagen: picture-alliance

"Álvaro Uribe fue elegido por los resultados de su administración", dice el latinoamericanista y catedrático alemán Dieter Nohlen. Nunca antes un presidente había obtenido un porcentaje tan alto. El actual y futuro presidente de Colombia obtuvo el 62,23% de los votos, según los últimos informes de la Registraduría Nacional de Colombia.

Pero en Colombia y en el exterior se celebran a dos ganadores: al disidente liberal Álvaro Uribe y al candidato de la izquierda democrática, Carlos Gaviria del Polo Democrático que logró votos equivalentes al 22,03%, asegurándose así un muy respetable segundo lugar. Un triunfo por lo demás, con implicaciones más allá de la mención de un lugar.

La izquierda "elegible"

Es la primera vez en la historia de Colombia que la izquierda logra obtener un apoyo significativo en las urnas. Paradójicamente gracias a Uribe y no a la guerrilla. La política de "mano firme" y el estilo paternalista de Uribe fueron una de las fuentes del surgimiento de una oposición de izquierda que merezca esa denominación. Más del 22% de los sufragantes cree que la izquierda en Colombia es ahora "elegible".

Un fenómeno inédito en la historia política de Colombia, un país en donde las violaciones y actividades de la guerrilla colombiana han desacreditado a la izquierda a lo largo de más de 40 años de muerte, secuestro y narcotráfico convirtiendo esa opción en más que una pesadilla, en un trauma.

Otra de las implicaciones de las elecciones fue la práctica desaparición del sistema bipartidista colombiano que repartió el poder entre liberales y conservadores por más de un siglo. Estos dos partidos, el uno más elitista que el otro, fueron además los directos culpables de la división sectaria que enemistó a los colombianos hasta la generación de quienes hoy rodean los 60 años de edad.

Madurez democrática

Con los "triunfos" de Álvaro Uribe y el izquierdista Carlos Gaviria la sociedad colombiana ha demostrado madurez. En tiempos en los que en América Latina en varios países los electores son deslumbrados por uno u otro populista, quienes ejercieron su derecho al voto en Colombia votaron por la democracia y contra la violencia, por el Estado de Derecho y contra la anarquía de la guerra.

Pero justamente ahora, cuando Álvaro Uribe obtuvo una victoria, para algunos abrumadora, Colombia necesita una oposición seria y atenta. Tan importante como es la irrefutable legitimidad del Gobierno de Uribe, lo son también las críticas a su administración por los errores programáticos y ciertos visos de prepotencia.

Bush no es elector colombiano

En el exterior la mención de Uribe está casi siempre ligada a la cooperación con Estados Unidos. La opinión empero de que "Uribe gobierna por voluntad de Washington", como lo afirmara un medio alemán recientemente, es un despropósito y desconoce la libre decisión de los colombianos. Según Nohlen, a menudo, se observa a América Latina a través de la lente estadounidense desconociendo la realidad.

Para Dieter Nohlen, "América Latina no gira a la izquierda". No se puede hablar de un fenómeno tal porque dichos casos se deben a razones muy particulares de cada país y no a una tendencia continental. "Tanto la izquierda como la derecha en Latinoamérica siguen programas más o menos neoliberales, exceptuando aquellos como Venezuela y Bolivia que han recaído en el nacionalismo", concluye el latinoamericanista.

Unión Europea debe vigilar a todos por igual

Europa y Alemania deben, según Nohlen, mantenerse vigilantes ante todo intento de obstaculizar la democracia, sea bajo gobiernos de derecha o de izquierda. "Europa debe cultivar una saludable y crítica equidistancia con gobiernos de derecha e izquierda en América Latina", es la recomendación del catedrático.

Por último, el latinoamericanista de la Universidad de Heildelberg, declara estar "muy complacido" al ver la madurez de la sociedad colombiana que acabó con el decrépito sistema bipartidista y derribando al mismo tiempo duros prejuicios que existen en el exterior.