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Ecuador en Bad Kissingen

Daniel Martínez6 de marzo de 2006

"Ecuador ganará el Mundial de Alemania". Karl Heinz Laudenbach levanta la voz cada vez que pronuncia esta profética frase y la gente a su alrededor, ninguno de ellos ecuatoriano, estalla en júbilo.

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En Bad Kissingen, los ecuatorianos podrán descansar y perarar los encuentros.Imagen: Stadt Bad Kissingen

WM 2006 - Quartiere - Ecuador
El hotel Bristol, donde se alojará Ecuador.Imagen: Stadt Bad Kissingen
Laudenbach es alcalde de la pequeña ciudad de Bad Kissingen (21.500 habitantes) y anfitrión de la selección del Ecuador durante el Mundial de Alemania 2006. No sólo consiguió convencer a las autoridades del fútbol de alojarse en su ciudad, también que ha logrado despertar también en sus coterráneos un entusiasmo por el país sudamericano que no conoce límites.

"Los cursos de español han tenido que ampliarse porque en la ciudad todos quieren aprender el idioma para comunicarse con nuestros visitantes", revela la jefe de comunicaciones de Bad Kissingen, Corina Büttner.

La ciudad

Bad Kissingen está contagiada por la "fiebre mundialista" y tiene el corazón dividido entre Alemania, su país, y Ecuador, el ilustre visitante, porque los dos equipos se enfrentarán en la primera ronda, donde según el deseo de sus habitantes "empatarán para encontrarse en la final en Berlín donde ganará... el mejor".

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Entrada al parque deportivo Hans-Weiß-Sportpark, en Bad Kissingen, donde se entrenará Euador.Imagen: Stadt Bad Kissingen

El alcalde resume este sentimiento cuando dice: "en octubre del 2005 nadie sabía cuál era la capital del Ecuador, hoy todos en Bad Kissingen saben que es Quito". Laudenbach y la gente de la alcaldía, donde se creó una oficina con un equipo dedicado exclusivamente a la coordinación de la visita de la selección ecuatoriana, consideran que en torno al Mundial no todo es fútbol, que el evento se trata también de acercar culturas y pueblos.

Por esta razón se realizan cada semana a partir de febrero seminarios sobre diferentes aspectos de la vida en el Ecuador, conducidos por personas de la región que vivieron en Sudamérica: música, bailes, comida, costumbres, vestidos y todo lo relacionado con la vida de los ecuatorianos serán presentados en Bad Kissingen con el apoyo de la embajada del país en Berlín.

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El parque deportivo Hans-Weiß-Sportpark, en Bad Kissingen: un paraíso.Imagen: Stadt Bad Kissingen

Pero esta población en Baden-Wurttemberg no sólo piensa en albergar a los futbolistas, también ha planeado ser el centro de la afición ecuatoriana y para ello ha creado un plan de turismo en el cual se ofrecen habitaciones que incluyen el servicio de ida y regreso en bus a todos los estadios donde juega la selección a un costo aproximado de 70 euros por noche y 250 euros por el transporte.

"Durante el Mundial, Bad Kissingen será Ecuador, aquí tendremos a su gente, todos nos entenderemos en español, y para aquellos que no consigan hotel se organizará un lugar para que puedan acampar y estar cerca a su equipo" dice el alcalde.

El hotel

Ecuador tendrá en Bad Kissingen no uno, sino dos hoteles a su servicio, en total 70 habitaciones: el Bristol, de 4 estrellas, donde se hospedarán los jugadores y el cuerpo técnico; y el Steigenberger donde residirán los funcionarios de la Federación Ecuatoriana de Fútbol y sus invitados de honor, entre quienes se espera al Presidente de la República.

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Plaza en Bad Kissingen.Imagen: Stadt Bad Kissingen

Durante el Mundial el Bristol estará ocupado exclusivamente por el equipo del Ecuador, 40 de las 82 habitaciones serán reacondicionadas con nuevas camas, televisores de pantalla gigante, salones para charlas técnicas y recreación, oficinas y recintos privados para el descanso de los futbolistas, los otros 42 cuartos permanecerán vacíos en el edificio de 5 pisos frente al parque de Bad Kissingen.

"La suite Marco Polo con decoración oriental, balcón con vista al rió y un amplio espacio de trabajo se la tenemos reservada al entrenador Luis Fernando Suárez, aquí gozará de todo el confort para salir campeón" reveló a DW-WORLD Dennis Wrba director del Bristol.

Las restantes 30 habitaciones están en el centro de Bad Kissingen, en el hotel de 5 estrellas Steigenberger, allí se esperan a las altas personalidades del gobierno y la sociedad ecuatoriana a quienes la Federación de Fútbol del país les ha solicitado acompañar al equipo nacional aprovechando los esfuerzos del gobierno local para recibir a Ecuador en Alemania 2006.

Los entrenamientos

No lejos del Bristol se encuentra la sede de entrenamientos de la selección ecuatoriana: el polideportivo con 3 canchas para las prácticas de fútbol en las cuales, atendiendo a la demanda hecha por el técnico Suárez, se pondrá el césped oficial sobre el que se jugará en los estadios del Mundial.

Por un costo cercano a los 500.000 euros se realizan allí trabajos de remodelación y ampliación de las cabinas para llenar las exigencias de los ecuatorianos, así como la adecuación del actual restaurante, que será utilizado como centro de prensa desde el cual trabajarán los periodistas que vengan de Sudamérica acompañando al equipo.

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Naturaleza y aire puro: Bad Kissingen espera a Ecuador.Imagen: Stadt Bad Kissingen

Los trabajos de acondicionamiento físico y muscular, así como la fisioterapia y los masajes, se llevarán a cabo en la Clínica de Rehabilitación, donde adicionalmente al equipamiento normal de un gimnasio se cuenta con la más moderna tecnología para la medición por computador del rendimiento, de tal forma que se puedan establecer jornadas de entrenamientos especiales para nivelar las deficiencias de los jugadores.

Para la relajación y recuperación posteriores a los entrenamientos, el cuerpo técnico decidirá si permanece en la clínica o se traslada al gigantesco y recientemente estrenado parque de aguas termales KissSalis, donde además de poder nadar y disfrutar del sauna, los jugadores tendrán la posibilidad de participar en programas dirigidos de recreación.

Bad Kissingen acogerá con los brazos abiertos a Ecuador, donde al término del Mundial, sin importar quien salga campeón, se tiene programada una misa celebrada por el Obispo de Quito, para cerrar el "verano ecuatoriano" con la bendición divina.