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Nuevo juicio contra el "caníbal de Rotemburgo"

Emilia Rojas S.12 de enero de 2006

Armin Meiwes, que ha pasado a los anales policiales como el "caníbal de Rotemburgo", enfrenta por segunda vez a la justicia. Y en esta ocasión podría ser condenado a cadena perpetua, por asesinato.

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Armin Meiwes, alias "el caníbal de Rotemburgo".Imagen: AP

A 8 años y medio de cárcel, por asesinato, había sido condenado el "caníbal de Rotemburgo", protagonista de una sórdida historia que estremeció a Alemania hace un par de años. La sentencia del año 2004 causó polémica en su día, por su excesiva levedad en vista de la atrocidad del crimen: dar muerte a un hombre y comerse posteriormente partes de su cuerpo. También el tribunal federal alemán consideró que había méritos suficientes para revocarla y llevar a cabo un nuevo proceso. Esta vez enfrenta la acusación de asesinato y arriesga la pena de cadena perpetua.

Víctima voluntaria

Armin Meiwes, un técnico en computación que ya cuenta con 44 años de edad, conoció a su víctima a través de internet. Con el seudónimo de "Franky", puso un aviso allí, buscando un hombre que estuviera dispuesto a dejarse mutilar y comer. Por increíble que parezca, hubo respuesta. En marzo del año 2001, un ingeniero berlinés se convirtió en víctima voluntaria de una enfermiza fantasía llevada a la realidad.

Éste es, precisamente, el punto que destacan los abogados del tristemente célebre "caníbal de Rotemburgo": que la víctima pidió al victimario que le diera muerte. Tal delito podría ser sancionado con una pena de cinco años, vale decir, inferior a la dictada en el primer proceso. La fiscalía, en cambio, asegura que se trató de un asesinato, cometido por Meiwes para satisfacer sus impulsos sexuales.

Desafío judicial

Este juicio supone, una vez más, un desafío para la justicia alemana, que se adentra en un terreno muy delicado. Por una parte, el delito de canibalismo no está tipificado en la legislación nacional. Por otra, el juicio que provoca expectación en la opinión pública, que no termina de comprender cómo una persona pudo llegar a esos extremos. Algunos piensan que Meiwes, simplemente, es simplemente un caso para los siquiatras. Otros en cambio ven en él a un asesino sádico que se aprovechó de los problemas sicológicos de su víctima para dar rienda suelta a sus fantasías grotescas.

Meiwes, por su parte, se mostró tranquilo y hasta sonriente en la primera jornada del proceso. Asegura estar dispuesto a declarar y a cooperar ampliamente. Ya en ocasiones anteriores, el "caníbal de Rotemburgo" ha sorprendido con su serenidad y con explicaciones como la de que ingirió partes del cuerpo de su víctima para consumar una especie de unión profunda con él. El juicio que ahora acaba de iniciarse pondrá a prueba, en todo caso, la capacidad de la Justicia para hacer frente a un crimen que rompe los marcos habituales y arroja también muchas interrogantes sobre los sórdidos submundos que se ocultan en la red.