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Sobre gustos ya hay algo escrito

Emilia Rojas Sasse27 de octubre de 2005

¿Es algo lindo o feo? Depende de quién juzgue. Pero todos juzgamos con el mismo mecanismo. Científicos alemanes identificaron las áreas del cerebro que se activan al emitir un juicio estético.

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Jacobsen y su equipo develan otro misterio del cerebro humano.Imagen: idw

El cerebro humano sigue encerrando muchos secretos. Y los científicos del mundo siguen empeñados en desentrañarlos. Ahora, investigadores alemanes han logrado identificar las áreas del cerebro que se activan al momento de juzgar estéticamente imágenes gráficas. El estudio, que será publicado en noviembre en la revista NeuroImage, constituye un nuevo paso en la aventura de descubrir cómo funcionamos los seres humanos.

Abstracción científica

Cierto es que al hablar de la evaluación estética sigue teniendo vigencia el viejo refrán de que "sobre gustos no hay nada escrito. Eso también quedó en evidencia en este estudio, según señaló a DW-WORLD el Dr. Thomas Jacobsen, del Instituto de Psicología I de la Universidad de Leipzig, haciendo notar que "lo que se considera bello depende de una serie de aspectos, culturales, sociales y de otra índole". Pero, como no se trataba de poner a prueba patrones de belleza, sino de identificar qué partes del cerebro actúan a la hora de emitir un juicio estético, su equipo se esforzó por dejar al margen esos aspectos, para lo cual trabajó con imágenes gráficas abstractas y no figurativas.

"Si hubiéramos utilizado rostros humanos, por ejemplo, la evaluación se habría visto influida por aspectos como la cultura o el sexo", indica el psicólogo. En concreto, se mostraron 200 imágenes a un grupo de personas, a las que se pidió determinar si les parecían hermosas o no, y si eran o no simétricas.

Otra pieza del rompecabezas

Se trata de dos procesos similares, que plantean opciones binarias a partir de un estímulo visual. Pero en el primero de los casos se pedía una valoración subjetiva y, en el segundo, una objetiva. Durante el "experimento", se midió el flujo sanguíneo en las diversas regiones del cerebro de los participantes mediante un escáner. Comparando los resultados, se consiguió determinar que áreas se activaban principalmente a la hora de evaluar la belleza.

En promedio, bastaron 1,3 segundos para que cada uno determinara si la imagen que veía era linda o fea. Para los efectos de este estudio, sin embargo, no importaba el veredicto, sino la forma en que el cerebro llega a emitirlo. Así se logró localizar las redes que actúan en la evaluación estética y los autores del estudio pudieron añadir otra pieza más al inmenso rompecabezas del cerebro humano, que seguirá acicateando la insaciable curiosidad científica.