1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Campeonato mundial de barbacoas en Alemania

Gabriel González4 de junio de 2004

En Pirmasens se celebra entre el 4 y 6 de junio el sexto campeonato mundial de la barbacoa. Una ocasión en la que el hombre puede volver a revivir la época que más le marcó: la de un Homo Erectus en la edad de piedra.

https://p.dw.com/p/59A6
Un asunto masculino.Imagen: Bilderbox

La culpa es del titán Prometeo. Al dar fuego a los hombres, Prometeo los libera definitivamente de la dependencia divina – y les regala la barbacoa. Desde ese entonces la humanidad disfrutó en innumerables ocasiones de este logro de la civilización: de la carne a la brasa y de hombres en delantales con la tenaza en la mano, moviéndola como si se tratase de un bastón de mando.

Una expresión cultural de tan alto rango merece obviamente su propio campeonato mundial. Este viernes comenzó en Pirmasens, en el oeste de Alemania, el sexto campeonato mundial de barbacoas. Para la actual edición se han inscrito 64 equipos, de 23 países, según los organizadores.

Argentinos también

Los participantes llegan desde tierras tan lejanas como Jamaica, Estados Unidos, Japón y, por supuesto, Argentina. Los 210 miembros del jurado evaluarán los resultados de varias disciplinas: costillas, ave, pescado, vacuno y carne de caza. La escala de puntuación va desde “1” (“inconsumible”) hasta el “10” (“absolutamente magnifico”).

Grillfleisch
De todo algoImagen: Bilderbox

Entre los participantes predominan los hombres. Las barbacoas son aparentemente un asunto masculino. Al lado del fuego no hay espacio para mujeres. Su papel se limita a esperar a que el jefe de la familia le pase algún resultado de su magnifico trabajo sobre la parrilla.

El hombre y la carne cruda

Las barbacoas despiertan los instintos primarios de los hombres, haciéndoles sentirse en el papel del cazador y devolviéndolos casi a la era de las cavernas, dice la catedrática de Sociología y Estudios de Género Nina Degele, de la universidad de Friburgo. Según la científica, "el trabajo con la carne cruda es percibido claramente como algo masculino y arcaico".

Neandertal Museum in Mettmann
Pensando en la carne cruda.Imagen: DPA

La primera lectura del estudio no parece revelar grandes sorpresas. Degele subraya que quien enciende la barbacoa es quien manda en la familia. El sentido común, sin embargo, nos surgiere que quien enciende la barbacoa es simplemente el que tiene las cerillas.

Pero el estudio de Nina Degele, quien desde hace tres años dirige en la ciudad del sur de Alemania un proyecto científico titulado "Barbacoa y estilo de vida", no es una broma y cita en su trabajo a pensadores tan renombrados como Max Weber y Jürgen Habermas.

Barbacoas y sexo

Según Degele, durante una barbacoa el hombre encuentra alabanzas y reconocimiento al asegurar el abastecimiento de alimentos y asumir responsabilidad de cara a la comunidad. Sin embargo, cuando hay que preparar ensaladas, recoger después de comer o limpiar los utensilios, entonces entran en acción las mujeres, afirmó la científica.

La importancia de la barbacoa para la evolución del ser humano parece haber sido subestimada durante muchos siglos. El estudio de la profesora revela, además, que la vida sexual del Homo Erectus era muy activa precisamente durante las barbacoas: carne a cambio de sexo – así empezó todo.

Hasta el momento se desconoce cuales podrían ser los problemas pendientes del mundo para los que una buena barbacoa podría presentarse como solución. Esta cuestión se merece un segundo estudio de la catedrática Nina Degele. Ansiosamente esperaremos los resultados.