¡Gabba Gabba Hey! Los Ramones al estilo Broadway

Mucho tiempo ha pasado desde la época dorada del punk rock. Hace unos 30 años que en Nueva York e Inglaterra nacieron bandas que llamaban a la desobediencia como contrapunto a la pomposidad de las tendencias del momento del tipo Pink Floyd o Genesis. Así nacieron los míticos The Ramones, un rock a ritmo trepidante con tan solo tres acordes que conquistó entonces los oídos de las generaciones más jóvenes.

Desobediencia musical

Pero los tiempos de la desobediencia y subversión de Jonny, Joey, Tommy y Dee Dee Ramone han cambiado. Aunque se podría decir que el género del musical traiciona los principios del punk rock, uno de los directores de cine malditos de Alemania, Jörg Buttgereit, los llevó al escenario al grito de ¡Gabba Gabba Hey! Y la obra quiere corresponder a lo que fue la época. En palabras de su director, “la obra es el contraataque contra el musical típico. Nos reímos del género”.

Las obras de Buttgereit siempre estuvieron marcadas por la polémica con películas de serie B como “Nekromantik” o “Schramm”. Si alguien le hubiese propuesto un musical hubiese denegado la oferta al momento. Pero en esta ocasión fue un placer. Sin pompas musicales o escénicas, Buttgereit quiso imprimir en su obra la auténtica esencia del punk rock. No es la primera vez que el director se encuentra dentro de la escena irreverente. Ya tuvo el placer de ver en vivo a Los Ramones cuando trabajaba en el club Loft de Berlín montando escenarios.

Romance versión punk

Escenificada en patios traseros y callejones de la "Gran Manzana", el argumento de ¡Gabba Gabba Hey! no deja de ser el de los musicales clásicos. Una historia de amor de juventud al estilo Romeo y Julieta, West side story o Grease. Doug (Jürg Pluss), abandona la escuela secundaria por problemas con su padre y consumo de drogas. Así pierde a su novia Sheena (Katja Götz), que le deja por el jugador de fútbol Brad (Tim Eberts).

El musical se presentó por primera vez en Australia pero Buttgereit hizo los pertinentes cambios en el argumento para adaptarlo a la escena del punk. Mientras en Australia la muerte de Lennon hace retornar a Doug al buen camino, en la versión alemana es la muerte por drogas de Sid Vicious (Sex Pistols). Así consigue el joven que su novia retorne al ritmo de "Sheena is a punk rocker".

El último Ramone

¡Gabba Gabba Hey! cuenta además con grandes figuras de la escena punk. Tommy Ramone, el último de la banda que todavía vive, es el encargado de la dirección musical y los arreglos corren por cuenta de Nick Sheppard, antiguo miembro de The Clash. Buttgereit se siente así seguro con su equipo: "es la primera vez que hago un musical y toda ayuda es poca".

No fue fácil tarea para el director volver a los tiempos del punk. Incluso tuvo que enseñar a los jóvenes protagonistas lo que era un pogo. Sin embargo, la irreverencia de los Ramones está garantizada en el Club Columbia de Berlín.