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Conferencia sobre el futuro de Irak

Emilia Rojas22 de noviembre de 2004

Con un diálogo entre Irak y sus países vecinos se inició en Sharm El Sheij la conferencia internacional sobre el proceso iraquí, a la que asisten también los miembros del Cuarteto para el Medio Oriente y la Liga Árabe.

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Vigilancia en el centro de congresos de Sharm el Sheij.Imagen: AP

Una vez más, representantes de grueso calibre de la comunidad internacional se reúnen para discutir sobre el futuro de Irak. La novedad de esta nueva conferencia radica, básicamente, en que por primera vez el ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Hoshiar Zebari, se ha reunido con todos sus homólogos de los países fronterizos. Y eso, de por sí, constituye un triunfo diplomático, considerando que varios de estos vecinos no terminan de aceptar plenamente la legitimidad del gobierno del primer ministro Iyad Allaui.

Oposición ausente

Pero eso no basta para enfrentar los graves problemas en que está sumido Irak, comenzando por el de la violencia que sigue causando estragos a diario en diversas localidades. Los grandes ausentes en el encuentro de Sharm El Sheij son los grupos opositores a la actual administración iraquí. Francia había abogado por su presencia en las conversaciones, pero la influencia gala, en este caso, es limitada: como opositor a la guerra contra Irak, París no lleva aquí la voz cantante, sino Estados Unidos.

Alemania, otro de los países contrarios a la intervención militar, mantiene cabalmente su decisión de no enviar soldados a Irak. En cambio, está dando amplias muestras de su voluntad de cooperar con la reconstrucción del país, brindando equipamiento e instrucción a las fuerzas de seguridad locales. Y, lo que es más relevante, ha dado un paso clave al llegar a un acuerdo con Estados Unidos para condonar cerca del 80% de la deuda iraquí con los países del Club de París, que asciende a cerca de 42.000 millones de euros.

Interrogantes pendientes

El ministro de Relaciones Exteriores germano, Joschka Fischer, arribó pues a Sharm El Sheij con la seguridad de no ser blanco de reproches por falta de cooperación. De hecho, el jefe de la diplomacia germana destacó que Europa debe proseguir sus esfuerzos por apoyar a Irak, puntualizando que “sería bueno si eso se ve reforzado por un consenso internacional con todos los países vecinos”.

Fischer tiene claro que lo fundamental para que pueda avanzar el proceso de estabilización democrática en el país será aplacar la violencia que, amenaza con echar por tierra la intención de celebrar elecciones a fines de enero en Irak. Pese a que el gobierno de Allaui se esfuerza por propagar el optimismo, argumentando que también la ONU mantiene esa fecha, lo cierto es que quedan muchas interrogantes pendientes al respecto. Porque, aparte de llamados a boicot como el que lanzó la influyente asociación sunita de religiosos musulmanes, nadie puede por ahora decir cómo ha de garantizarse la seguridad necesaria para los comicios. De hecho, con excepción de Fiji, ningún país se ha comprometido siquiera a enviar tropas para el resguardo del personal de Naciones Unidas que ha de preparar las elecciones.