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Preocupación del G20 ante la caída del dólar

20 de noviembre de 2004

La cumbre del G20 comenzó en Berlín para plantear nuevas directivas para la económica mundial. La cumbre debatirá soluciones para los grandes problemas actuales: el curso del dólar y el precio del petróleo.

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Reformas para una economía mundial más estable a debate en Berlín.Imagen: AP


La reunión del G 20, formado por los siete países más ricos y las naciones emergentes, se inició en Berlín con preocupación por la devaluación del dólar. A ella asistieron líderes de todo el mundo pero con notables ausencias, entre ellas, los ministros de finanzas de Argentina, Rusia, Japón, Francia y Corea del Sur.

La delegación latinoamericana está representada por México y Brasil, frente a la ausencia de Argentina, ya anunciada por razones de agenda. El ministro de Finanzas alemán manifestó su decepción por esta ausencia debido a que se esperaba que Argentina firmase un código de conducta para la reestructuración de su deuda.

G20 Finanzminister Konferenz in Berlin Deutschland Kanada
Eichel da la bienvenida a su colega canadiense, Ralph Goodale, a la cumbre de Berlín.Imagen: AP

El G20 nació en 1999 en Berlín para que los países ricos del G7 (EE.UU., Francia, Japón, Italia, Canadá, Alemania y Gran Bretaña) y los emergentes conciliasen sus intereses. Se trata de un foro informal donde no se adoptan decisiones, sino que sólo se debate sobre el curso de la economía mundial.

Reestructuración económica mundial

La apertura de la cumbre se celebró el viernes con una cena formal a la que asistieron ministros de Finanzas y gobernadores de los Bancos Centrales de los países participantes. Los temas de la cumbre están centrados en los dos grandes problemas de la actualidad económica: la debilidad del dólar y el precio del crudo.

El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, mostró su preocupación por la situación ante la "brutal" subida del euro, que esta semana batió un nuevo récord situándose en 1,3074 dólares, frente a la moneda estadounidense. Asimismo el ministro reiteró la necesidad de llegar a un acuerdo entre EE.UU., Europa y Japón para atajar la situación actual. Aparte del dólar, el precio del petróleo fue otro de los objetos de debate en la reunión. Según la opinión de los asistentes, frenará el crecimiento mundial el próximo año.

G20 Finanzminister Konferenz in Berlin
Debate del 20 en Berlín.Imagen: AP

El canciller alemán Gerhard Schröder, también se mostró de acuerdo con la postura de Eichel y llamó a EE.UU. a reducir el déficit, causa de la devaluación del dólar. "No se puede exigir que Europa emprenda reformas estructurales sin siquiera considerar las condiciones económicas que nosotros consideramos necesarias", aclaró el canciller.

En otro orden de cosas, el canciller saludó el debate en torno a la condonación de la deuda iraquí, también respaldado por la delegación de EE.UU., en el que se acordó reducir la deuda del país en un 80%. En las conclusiones del debate, Schröder expresó finalmente su deseo de supeditar la condonación a la evolución económica de Irak en los próximos años.

Algunas diferencias con EE.UU.

El Secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, aseguró que el cambio de la moneda debe ser fijado libremente por el mercado, descartando la intervención de japoneses y europeos ante el alto valor del euro. También el presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Alan Greenspan, coincidió con la opinión de Snow. "No podemos hacer nada más de lo que ya hemos hecho", dijo Greenspan en el Congreso Bancario Europeo en Fráncfort.

Por su parte, Snow coincidió con las exigencias de la delegación alemana en cuanto a la necesidad de reducir el déficit estadounidense, que este año llegará al 5% del Producto Interior Bruto. Pese a las promesas electorales de George W. Bush de reducirlo a la mitad en cinco años, todavía no se han tomado iniciativas al respecto.

Contra la evasión de capitales

Por último, en la reunión llegó a un acuerdo para frenar la evasión fiscal y el tráfico de capitales. Los participantes se comprometieron a un intercambio de información fiscal siguiendo las pautas de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), acordando asimismo ejercer presión sobre los países que no respetan dichas pautas. Este compromiso plantea medidas a seguir para acabar con la financiación del terrorismo internacional, y acabar con los paraísos fiscales y con el tráfico supranacional de capitales.