1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Un futuro incierto

5 de noviembre de 2004

La prensa europea comenta hoy las posibles consecuencias de un deceso de Arafat e identifica dos escenarios: caos y nueva violencia, pero también la perspectiva de que se puedan reiniciar las negociaciones de paz.

https://p.dw.com/p/5oZO
Cartel de Arafat y velas fuera del Hospital Militar Percy, donde Arafat se halla en coma.Imagen: AP


Para el diario liberal alemán BADISCHE ZEITUNG, de Friburgo/Brisgovia, "el líder palestino representa la lucha de su pueblo por un Estado propio. Substituirlo como símbolo y como político no le será posible a ningún otro político palestino a corto plazo. Por ello es de suma importancia que los nuevos dirigentes no caigan en luchas por el poder. Al contrario, ahora deben organizar una transición ordenada. No obstante, la sociedad palestina ya estaba dividida durante la era de Arafat y perdió orientación cada vez más en los últimos años. Por ello es grande el peligro de que luego de la muerte de Arafat cundan el caos y la anarquía."

Una fase peligrosa

El diario parisino liberal de izquierda LIBÉRATION opina: "El fin de Arafat supone la apertura de una peligrosa fase, tanto para los palestinos como para todo el Oriente Próximo. El recuerdo de Arafat sobrevivirá su muerte y dará pie incluso a un nuevo mito árabe. Pero la pregunta que se plantea hoy es si Palestina sobrevivirá su deceso. ¿Lograrán los huérfanos de Arafat unirse en torno a su símbolo? Israel se alegra por el fin de la era Arafat. Ello no es bueno si esa muerte empuja a los palestinos hacia una guerra fratricida y la esperanza de la paz necesaria se pierde en un horizonte más lejano aún."

Un gran vacío en el Oriente Próximo

El diario romano liberal LA REPUBBLICA escribe: "La muerte de Yaser Arafat deja un gran vacío en el Oriente Próximo. Por un lado abre un espacio para que puedan madurar las posibilidades de un recomienzo del diálogo, pero también puede dar lugar a una nueva violencia. Y ésta podría ser más trágica aún que la que actualmente tiñe de sangre día tras día a una tierra demasiado santa para ser pacífica. El presidente palestino era un obstáculo para todo verdadero armisticio, pero al mismo tiempo era un elemento moderador: una dramática dualidad condenada a disolverse, pero con consecuencias imprevisibles. (...) Arafat estuvo demasiado tiempo en el centro del drama. En los últimos 40 años fue un político inteligente, un revolucionario valiente, un hombre que recibió el Nobel de la Paz por sus negociaciones, pero también un negociador incapaz de aprovechar momentos promisorios. Y también fue un jefe autoritario, no corruptible, pero engañoso: muchos, demasiados papeles, que terminaron por arruinar su imagen."

El desafío político más acuciante

El diario conservador DAILY TELEGRAPH, de Londres, dice: "El crítico estado de Arafat abre la puerta a una revivificación de las conversaciones de paz entre Israel y los palestinos. Pero eventuales progresos no se registrarán tan rápidamente como lo pueden desear Tony Blair y Jack Straw. Tanto el primer ministro británico como su ministro de Relaciones Exteriores reaccionaron al triunfo electoral de George W. Bush con la declaración de que el desafío político más acuciante hoy en el mundo es llevar a ambas partes nuevamente a la mesa de negociaciones. La agonía del líder palestino redobla esa esperanza."