Ofensiva en la franja de Gaza
5 de octubre de 2004
The Guardian, de Londres, opina: “La dimensiones de la ofensiva israelí arrojan serias interrogantes sobre las verdaderas intenciones del gobierno de Ariel Sharon. Las desiguales estadísticas sobre el número de víctimas en ambos bandos son prueba de la desigualdad de fuerzas de los contrincantes. Sharon, quien se encuentra bajo una fuerte presión política interna, quiere evitar a toda costa dar la impresión de que se ve forzado a escapar de la franja de Gaza. El grupo palestino Hamas le hace el juego y agrava la situación mediante ataques con misiles. La ofensiva israelí sólo azuzará el odio y la resistencia de los palestinos. Pero el mundo está distraído por causa de Irak. Se debería hacer más que contemplar los hechos de brazos cruzados.”
Ingratas perspectivas para Sharon
El diario suizo Neue Zürcher Zeitung apunta: “Nadie cree seriamente que Israel pueda conseguir en los próximos meses neutralizar a las fuerzas militantes que existen entre el millón y medio de palestinos en la franja de Gaza. Por lo demás, nadie podrá impedir a los propagandistas de Hamas que cultiven su versión victoriosa tras la retirada israelí. Difícilmente cesen entonces, automáticamente, los ataques con misiles Kassam contra localidades fronterizas israelíes. Esas perspectivas poco satisfactorias para Sharon son también consecuencia de su negativa a emprender un diálogo serio con representantes palestinos sobre las condiciones de la proyectada retirada de la franja de Gaza y su futuro orden.”
Retirada en duda
El rotativo alemán Märkische Oderzeitung, de Fráncfort del Oder, también se muestra pesimista: “La esperanza germinó cautelosamente cuando el llamado Cuarteto del Medio Oriente presentó un plan para superar el conflicto palestino-israelí, en abril del 2003. Entretanto se ha extinguido plenamente. La hoja de ruta ha muerto. El Cuarteto, integrado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU, solamente no ha querido aún reconocerlo. Sharon se propone únicamente llevar adelante la retirada de la franja de Gaza, lo que afectaría a 21 asentamientos. Pero ni siquiera en eso lo secunda su propio partido, el Likud. El gobierno está dividido y los 7.500 colonos afectados han anunciado una resistencia activa contra el desalojo. Actualmente el ejército israelí actúa contra agrupaciones radicales palestinas en la franja de Gaza, para quebrar la resistencia antes de la retirada. Si no lo consigue, lo más probable es que los 7.500 colonos permanezcan donde están.”