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Los “Desempleados Felices”

22 de junio de 2003

En Berlín el grupo de los "Desempleados Felices“ lucha contra el estigma social y los sentimientos de inferioridad provocados por un fenómeno de nuestros tiempos: el desempleo.

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Más tiempo para leer.Imagen: AP

En Alemania, una de las primeras preguntas formuladas al conocer a una persona muchas veces es "¿qué hace usted?", refiriéndose al trabajo, lo que demuestra que en esta sociedad la profesión ocupa un papel principal. A pesar de eso, cada vez más gente pertenece al grupo de los desempleados. En 2003, la tasa de desocupación sobrepasó la marca del 10%. En mayo unos 4,3 millones alemanes se quedaron sin trabajo. No obstante, estar desempleado lleva consigo un estigma social.

Como demuestran estudios científicos, a nivel idividual el desempleo causa además problemas familiares, enfermedades síquicas e incluso físicas, sentimientos de inferioridad y de aislamiento social. La tasa de suicidios es 20 veces más alta entre los desocupados que entre los que tienen trabajo.

¿Al mal tiempo buena cara?

El club de los "Desempleados Felices" pretende promover otra visión del fenómeno de la desocupación. Por difícil que sea la situación para los afectados, según Guillaume Paoli, uno de los fundadores del club, no tener que trabajar también tiene un lado bueno: "El desempleado tiene tiempo, lo que a la mayoría de la gente hoy en día le falta", dijo en una entrevista. "El problema es cómo aprovechar el tiempo libre."

No obstante, la condición previa para esta actitud es que los alemanes desocupados pueden contar con el apoyo ecónomico del estado. "Yo paso el día leyendo, escribiendo, cocinando. Voy a visitar a amigos y vecinos y doy lecturas sobre el tema del trabajo en nuestra sociedad", cuenta Paoli. En su "tiempo libre" publicó hasta un libro en el que da consejos sobre cómo manejar la vida sin empleo.

¿Qué es "el trabajo"?

Los "Desempleados Felices" organizan acciones culturales, por ejemplo en el teatro "Volksbühne" de la capital alemana. Pero sobre todo se dedican al discurso teórico sobre el trabajo. En su "Manifiesto de los Desempleados Felices" lamentan que el trabajo en las sociedades europeas ya no se defina por su "utilidad". De un lado hay actividades que se declaran como trabajo, pero no son útiles, y de otro hay actividades útiles que no se pagan. Por lo tanto, se defienden sobre todo de la acusación moral de que el que no encuentra un puesto de trabajo es un "parásito" de la sociedad, porque recibe subsidio, lo que al nivel personal aumenta aún más la presión.

Fenómeno cultural

Con manifiestos titulados por ejemplo "El Derecho a la Pereza", Paoli y sus amigos quieren provocar y, de hecho, logran llamar la atención. Aunque admiten no tener "una solución para el problema del desempleo", el interés de los medios de comunicación ha crecido.

El movimiento berlinés ha tocado un tema clave. Aunque los gobiernos europeos dediquen mucho esfuerzo a la creación de nuevos puestos de trabajo, en los países industrializados probablemente nunca más habrá pleno empleo. Al mismo tiempo, se siente cada vez más la necesidad de encontrar otro tratamiento del desempleo y de los desempleados a nivel social. Según el club berlinés, "el desempleo ha llegado a ser un fenómeno cultural", así que es tiempo de dejar de estigmatizarlo.