La democracia desafiada

Salzburger Nachrichten, Viena: “Se autodefinen como 'Partido del pueblo' (en Suiza y Dinamarca), los “Mejores” (Hungría), 'Liga para la Familia' (Polonia) y 'Demócratas' (Suecia) o llevan la palabra 'libertad' en el nombre (Austria y Países Bajos). Todos tienen algo en común: crecen en medio de un clima de temor xenófobo, le echan la culpa de todo lo que no marcha bien en la economía y la sociedad a 'los extranjeros', y con ello captan votos y escaños en los parlamentos. (…) Los partidos de extrema derecha de Europa engañan y confunden. (…) Pero no hay que olvidar que en todos los países europeos existe un cierto porcentaje de población con tendencias de extrema derecha. Una democracia sana debe estar en condiciones de soportarlo.”

Un hito en la historia de Suecia

El País, Madrid: “(…) Las elecciones suecas marcan un hito. En un país considerado el paraíso de la tolerancia, la emergencia parlamentaria de la extrema derecha ha privado al ganador de la mayoría absoluta. (…) El escenario sueco no es el ideal, con un Gobierno sin mayoría, una socialdemocracia en ruinas y un partido ultra como árbitro. Es más que probable que si el primer ministro Reinfeldt no consigue sacar a los Verdes de la alianza opositora para integrarlos en su proyecto, el próximo Ejecutivo gobierne en minoría. Pero no debería ser un gran obstáculo en un país que, como otros nórdicos, ha utilizado esa fórmula durante muchos años”.

La defensa de valores fundamentales

Politiken, Copenhague: “La situación en Suecia no se parece a la de Dinamarca. Luego que los populistas de derecha 'Demócratas de Suecia', partido hermano de los daneses DVP, lograra entrar por primera vez en el Parlamento sueco, Fredrik Reinfeldt, el jefe de Gobierno, demuestra tener carácter y busca mayorías alternativas. Con su mano tendida a los Verdes intenta ir por una senda fundamentalmente diferente a la que se transitó en Dinamarca hace nueve años en una situación similar. Suecia, a diferencia del populismo oportunista de Dinamarca, defiende sus principios básicos y defiende tanto el Estado de bienestar como los valores humanistas fundamentales.”

Falta de diferenciación

Neue Osnabrücker Zeitung, Osnabrück, Alemania: “Y ahora Suecia. Con los resultados electorales, el país se alinea en la tendencia en el resto del continente. ¿Alcanzará esa tendencia también a Alemania? El cambio más importante es que incluso en la Suecia tradicionalmente socialdemócrata, los socialdemócratas no logran recuperar su antiguo poderío. (…) Los ganadores de las elecciones son últimamente partidos de centro, que han asumido antiguas posiciones socialdemócratas. Como por ejemplo el sueco Fredrik Reinfeldt, la canciller federal alemana Angela Merkel y en sentido lato, incluso el italiano

Silvio Berlusconi, que habla de otra forma, pero así gobierna. El precio que pagan es la falta de diferenciación entre los partidos y particularmente, el fortalecimiento de las fuerzas xenófobas.”

dpa
Editor: Pablo Kummetz