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Comercio virtual con productos básicos reales – una mirada tras bambalinas

30 de agosto de 2010

El comercio con materias primas, como cerdos, papas y trigo, hoy se hace de modo virtual y los precios los imponen en gran medida los especuladores.

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El trigo es uno de los productos básicos más demandados.Imagen: AP Photo/Matthias Rietschel

Nos encontramos en un típico edificio de oficinas, en las cercanías del distrito financiero de Frankfurt. Luego de pasar la recepción y tomar el ascensor, los visitantes llegan a las llamadas "salas sagradas". Pero allí, donde con un simple clic en la computadora miles de millones de euros recorren el mundo, sólo tienen acceso algunos empleados, operadores y analistas.


Mundo virtual

La sala "sagrada" del Commerzbank es tan grande como dos campos de fútbol. El piso está tapizado con una gruesa alfombra y sobre las mesas hay montadas miles de pantallas planas. Por lo general, se ve de cuatro a seis pantallas, colocadas en dos filas. Aquí se registran las cotizaciones y los operadores teclean las ofertas de compra y venta en su computadora. Negocian con acciones y con derivados, con futures y con opciones. Es decir, negocian también con cosas que ya nadie comprendía realmente cuando se desató la gran crisis financiera.

Händlersaal der Commerzbank
La "sala sagrada" del Commerzbank, donde se define el precio de nuestros alimentos básicos.Imagen: Gabriele Röhle, Commerzbank AG

Después de todo, las opciones son ya casi acuerdos comerciales clásicos, porque representan el derecho a la compra de ciertos productos, en el futuro. También para los comerciantes de materias primas las opciones ocupan un papel central. En la sala de comercios de la Commerzbank en Frankfurt hay sólo cinco empleados, que negocian con materias primas y lo hacen, por supuesto, por vía electrónica.

Jugando con el futuro

Makler an der Börse Bovespa Sao Paulo Brasilien
Corredores de bolsa en la Bovespa de Sao Paulo.Imagen: AP

"Hoy en día existen aún algunas bolsas en las cuales se cierra un contrato sólo haciendo una seña con la mano. Pero la mayor parte del comercio en los mercados a plazo mundiales se hace por vía electrónica", dice Eugen Weinberg, jefe de la Sección de Análisis de materias primas del Commerzbank. Plata, oro, petróleo, carne de cerdo, papas y trigo, algodón, acero y zinc - estas y muchas otras materias primas cambian de dueño en los mercados a plazo internacionales. En esencia, la única diferencia entre esta forma de comercio y el negocio bursátil común radica en que los productos se compran y venden en determinadas fechas, ubicadas en el futuro.

Esto permite tanto a productores como a agricultores asegurar con antelación el precio de la cosecha futura - al menos eso es lo que dice la teoría. Si el precio baja hasta la fecha de entrega, tuvieron suerte. Pero si aumenta, deberán vender su cosecha al precio más bajo, acordado previamente.

Los especuladores hacen los precios



Pero, como tantas veces, la práctica difiere de la teoría. Y es que los precios no los definen solamente productor y consumidor, sino también, en gran medida, inversores y especuladores. En el 99 por ciento de los negocios en el mercado a plazo no se llega a la entrega de bienes, porque las posiciones se liquidan antes de tiempo. "El Commerzbank no participa en el comercio real", dice Weinberg. Al final no se lleva a cabo la entrega y esto es aceptado por la mayoría de los clientes. Porque, lo que quieren los clientes corporativos es asegurar el precio y la mayoría de los demás tampoco están interesados en el producto físico. "La gente hace sus apuestas a la evolución de los precios en el futuro – esto es lo que se llama especulación," explica Weinberg.

Flash-Galerie Norman Foster Commerzbank Hauptquartier Zentrale Frankfurt
Sede del Commerzbank en Frankfurt, diseñado por el arquitecto estrella Norman Foster.Imagen: AP


Productos básicos como garantía

Una especulación que es observada muy de cerca también por los inversores. Ya que, hoy en día, los expertos recomiendan incluir también materias primas en la cartera, porque su precio evoluciona de otro modo que el mercado de valores.

Entonces, el negocio virtual con productos básicos, que nunca llegan a ser vistos por especuladores ni inversores, sirve sobre todo para asegurar las propias inversiones. Y debido a que muchos inversores actúan ahora del mismo modo, hay una gran demanda por materias primas, lo que hace aumentar notablemente el precio de algunos productos básicos.

Chicago en la cima

La demanda parece no tener límites: Hace diez años los inversores destinaban unos 5 mil millones de dólares al mercado de materias primas, hoy en día son unos 300 mil millones de dólares y la tendencia va en aumento. Las mayores ventas las registra el Chicago Board of Trade. La bolsa a plazo más antigua del mundo fue fundada en 1848 y forma parte ahora del CME Group. Allí aún se opera a mano alzada, como en los tiempos antiguos. Esto ya no se ve en la sala de comercio "sagrada" del Commerzbank, a no ser que Eugen Weinberg recorra la sala y alce la mano para saludar a sus colegas.

Autor: Mischa Ehrhardt / Valeria Risi

Editor: José Ospina Valencia