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¿Hacía dónde va La Izquierda alemana?

15 de mayo de 2010

La Izquierda alemana se encuentra ante decisiones cruciales, de forma y contenido. Desde hoy el partido tiene una nueva dirección, pero además acordará si se enfoca más en gobernar o en ejercer la oposición.

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La nueva co-presidenta de La Izquierda, Gesine Lötzsch.Imagen: AP

Este 15 de mayo 2010, los delegados de la Asamblea Nacional del Partido La Izquierda eligieron en Rostock una nueva dirección. Los presidentes de muchos años, Oskar Lafontaine y Lothar Bisky, ya no son candidatos. Luego del reciente éxito electoral a nivel regional, la pregunta es si la Izquierda se orientará a gobernar o a ejercer la oposición. Este interrogante podría también relacionarse con el nuevo programa, que será definido a finales de 2011.

La Izquierda cada vez más presente

El pasado 9 de mayo de 2010, La Izquierda obtuvo por primera vez la mayoría en una Asamblea de Renania del Norte Westfalia, con 5,6 %. Uno de cada seis alemanes habita en esta región; así de importante es la influencia de este Land en la política germana. Teniendo en cuenta que el Gobierno de coalición conservador-liberal fue derrotado mayoritariamente en la Cámara Baja de este Estado, Angela Merkel deberá acudir ahora a la oposición, compuesta por socialdemócratas, Verdes y también la Izquierda.

Sobre la importancia de estos comicios, el hasta ahora presidente del partido de La Izquierda, Lothar Bisky, dijo que “es un éxito, porque se trata del Estado federado más poblado de la República Federal de Alemania, y porque es el occidente. Yo provengo del este, y constato que ahora estamos presentes en los siete parlamentos de occidente. Pronto estaremos en todas partes”.

Die Vorsitzenden der Partei Die Linke Oskar Lafontaine und Lothar Bisky umarmen sich
Los presidentes salientes del partido de La Izquierda, Oskar Lafontaine y Lothar Bisky dejan a sus sucesores una herencia difícil.Imagen: picture-alliance / dpa

En los seis Estados federados del este, incluyendo Berlín, la Izquierda ha sido tradicionalmente fuerte y está representada en dichos parlamentos. En la capital alemana gobierna desde 2002, en unión roja-roja con los socialdemócratas. El entonces presidente del Estado federado de Sarre, Oskar Lafontaine, es reconocido como fuerza decisoria de la expansión de La Izquierda en el occidente de Alemania.

Rumbo incierto

Aunque Lafontaine, de 66 años, y Bisky, de 68, ya no presidirán el partido, seguirán teniendo una marcada influencia. El primero como jefe de la bancada de La Izquierda en la Cámara Baja del Estado federado de Sarre; y Bisky como euro parlamentario en Bruselas, además de presidir la Izquierda europea.

Aún es incierto el rumbo que vaya a tomar La Izquierda alemana sin la dirección de estos dos políticos. Mientras que Bisky es visto como un pragmático, sobre Lafontaine se dice que se guía más hacia la oposición. “La pelea siempre es bajo qué condiciones. Por lo demás es un tema presente también en otros partidos”, explica este último.

En efecto, después de las elecciones en Renania del Norte Westfalia se discute en todos los campos quién debe co-aliarse con quién. En números es posible una coalición mayoritaria de social y cristianodemócratas, así como varias uniones tripartitas. La Izquierda se muestra abierta a una unión roja-roja-verde, si el Partido Socialdemócrata (SPD) introduce un cambio en la política social y de educación.

Wahlparteitag der Linken in Berlin Lothar Bisky
Acostumbrado a la rutina y doscusiones políticas, Lothar Bisky es pragmático en sus decisiones.Imagen: AP

Para conservadores y libre demócratas este tipo de coalición significaría para ellos el regreso de los comunistas al poder. Acostumbrado a esta clase de discusiones políticas, el jefe saliente de La Izquierda, Lothar Bisky, dice que “si todavía somos tildados de izquierda de extrema, entonces me pregunto si esto aún tiene que ver con reflexiones reales”.

Los conservadores se remiten a corrientes anticapitalistas entre los de izquierda, llamada como la plataforma comunista, que es observada por la agencia federal que vela por el respeto a la Constitución. Exigencias programáticas como la estatización del sistema bancario son para los partidarios del libre mercado una prueba del peligro de La Izquierda. Oskar Lafontaine ve esto, en cambio, como un elogio y confirmación de la defensa de su concepción. “Estamos fuertemente convencidos de que el sector privado bancario actual pone en peligro la democracia con sus procesos mundiales de concentración. Ésta es la realidad”, afirma Lafontaine.

Nueva dirección: todo un desafío

Un nuevo duo guiará las riendas de la Izquierda: la experta en finanzas del este, Gesine Lötzsch, y el experto en sindicalismo del occidente, Klaus Ernst. Su tarea más importante será definir el futuro programade la Izquierda. Desde marzo de 2010 ya existe una propuesta bajo la autoría de Oskar Lafontaine. La aprobación se realizará a finales de 2011, por los 78.000 miembros del partido.

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Los nuevos presidentes del partido de La Izquierda, Gesine Lötzsch y Klaus Ernst, definirán el nuevo programa de partido.Imagen: AP

Para Gesine Lötzsch lo importante es que “debemos preguntarnos también cómo pueden ser coherentes los resultados de nuestro trabajo con los de esta propuesta. Pienso que los principios de la propuesta programática serán los mismos, aunque la discusión sólo tiene sentido si todos los participantes pueden opinar al respecto”, dijo.

Lötzsch es vista como defensora de la colaboración gubernamental. En el caso de Klaus Ernst no es tan claro. El bávaro de 55 años fue uno de los fundadores del partido de occidente alemán Alternativa de Elección de Trabajo y Equidad Social (WASG), antecesor de La Izquierda. Para él, el fortalecimiento de la base es especialmente relevante. “Mi percepción es que nuestros miembros quieren ser consultados sobre temas políticos y de contenido. Por ejemplo, si en acuerdos de coalición se tendrá en cuenta la decisión de nuestros miembros. Y si las federaciones de los Estados federados piden algo así, se llevará a cabo de acuerdo con nuestros estatutos”, afirma Ernst.

Para Klaus Ernst y Gesine Lötzsch la dirección del partido de La Izquierda es en todo caso una herencia difícil. Serán medidos por los pesos pesados de la política Oskar Lafontaine y Lothar Bisky. Entre todas las diferencias los une un objetivo político común: la superación del capitalismo en su forma real de existir. Lo que para los críticos es una demostración de La Izquierda de hostilidad hacia la democracia, es desde su punto de vista todo lo contrario. “Ningún socialismo sin democracia. Eso dice nuestra propuesta de programa”, sentencia Lothar Bisky.

Autor: Marcel Fürstenau / Cristina Mendoza Weber

Editor: José Ospina Valencia