1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Un poco Neandertal

6 de mayo de 2010

Hasta ahora se partía de que el hombre de Neandertal no fue un predecesor del ser humano moderno. En un sensacional estudio sobre la base de ADN se comprobó lo contrario.

https://p.dw.com/p/NGbZ
Figura en el Museo del Neandertal, en Mettmann, Alemania.Imagen: AP

"Se trata de una novedad científica absoluta", dijo el experto alemán Ralf W. Schmitz, que participó en el estudio sobre el primer borrador del genoma del hombre de Neandertal, publicado en la revista "Science" en su edición del viernes (07.05.10). En la investigación se compararon partes del genoma del hombre primitivo con las correspondientes del hombre actual.

Bajo la dirección del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de la ciudad alemana de Leipzig, fue secuenciado el ADN del núcleo celular de los huesos de seis hombres de Neandertal.

Zwei Neandertaler mit unterschiedlich ausgeprägtem Haarwuchs
Dos estudios de hombre de Neandertal: más antepasado de lo que se pensaba.Imagen: picture alliance / dpa

Según los análisis realizados hasta ahora, que sólo se basaban en el genoma de las mitocondrias, sólo había un parentesco lejano entre el hombre moderno y el hombre de Neandertal, que se extinguió hace unos 30.000 años.

Los nuevos resultados del Proyecto Genoma de Neandertal, encabezado por los científicos de Leipzig, demuestran que el hombre primitivo, que posiblemente es el más popular en el mundo, contribuyó mucho más de lo que pensaba a la formación del hombre moderno: entre un 1 y un 4 por ciento de los genes de la población actual en Europa y Asia provienen de Neandertal, indicaron los especialistas.

"Ahora es seguro que debemos contar al hombre de Neandertal entre nuestros antepasados", dijo Schmitz, quien trabaja en la Universidad de Bonn y un museo.

Fue una gran sorpresa que los genes del hombre de Neandertal aparezcan actualmente en los chinos y los actuales habitantes de Papua Nueva Guinea, pese a que allí no vivió nunca ni un individuo de este hombre primitivo, indicó el experto.

Sí hubo relaciones entre africanos y Neandertal

El hombre moderno que inmigró de África, se cruzó con el hombre de Neandertal en Cercano Oriente, donde se comprobó en estudios arqueológicos que ambas especies coexistieron durante unos 30.000 años hasta hace alrededor de 50.000 años.

Desde aquí, el inmigrante llevó la herencia genética del hombre de Neandertal en su viaje a Europa y Asia.

Huellas genéticas de un segundo encuentro con hombres de Neandertal que aún vivían en Europa no son por el momento comprobables y es posible que hayan quedado cubiertas por el hombre del Neolítico que inmigró posteriormente.

Sin embargo, "aquellos de nosotros que viven fuera de África, portan un poco del hombre de Neandertal" en su organismo, dijo Svante Pääbo, director del Departamento de Genética Evolutiva del Instituto Max Planck de Leipzig.

Hasta ahora, expertos sostenían que a lo largo de la evolución, el hombre actual y el de Neandertal se habían separado hace unos 500.000 años. Por lo tanto, este hombre primitivo, que habitó en Europa durante unos 300.000 años, sólo sería un pariente muy lejano del hombre moderno.

ADN antiguo: un desafío muy especial

Analizar el genoma de una especie extinta desde hace mucho tiempo es para los científicos "un desafío muy especial", indicaron los expertos alemanes.

El ADN se degrada a lo largo del tiempo y, en parte también sufre cambios químicos.

A esto se le agrega el problema de la contaminación. "Más del 95 por ciento del ADN de una muestra pertenece a bacterias y microorganismos, que invaden el cuerpo del Neandertal tras su muerte", explicó Pääbo.

También conduce a errores en los resultados la presencia de ADN humano que se mezcla con la muestra durante la excavación o en el laboratorio.

Tras el primer borrador del genoma del hombre de Neandertal, los científicos de Leipzig tienen previsto descubrir en los próximos años, a través del análisis de ADN, más sobre esta especie, como por ejemplo sobre su metabolismo, desarrollo cerebral o capacidad lingüística.

dpa
Editor: Pablo Kummetz