Duelo en TV: candidato liberal pone en aprietos a Gordon Brown
16 de abril de 2010
El actual premier, Gordon Brown, debió escuchar acusaciones contra la política laborista de los últimos años de parte de sus adversarios, el conservador David Cameron y el liberaldemócrata Nick Clegg, en el debate llevado a cabo en Londres el jueves por la noche.
Brown también había leído en detalle las propuestas de sus rivales y criticó entre otros a Cameron por sus planes para el financiamiento educativo, que aseguró no cierran.
El debate era esperado con gran impaciencia desde hacía meses, ya que es considerado una parte central de la campaña electoral. De acuerdo con las encuestas, el resultado de las elecciones parlamentarias del 6 de mayo aún es una incógnita.
Con este duelo los candidatos también esperaban captar el interés del electorado, que hasta ahora no ha mostrado mayor entusiasmo. El intercambio de opiniones por el canal ITV fue el primero de los tres que tendrán lugar antes de los comicios.
Un 65 por ciento de los británicos tenía previsto mirar los debates por televisión, una cifra que representa alrededor de 30 millones de personas.
Las reglas para el duelo de una hora y media eran estrictas. Previamente fueron elegidos 200 espectadores que pudieron presentar sus preguntas, de las cuales se realizó luego una selección. Entremedio no podía haber aplausos ni abucheos.
El debate cautivó a los británicos
El debate también cautivó al público sobre todo porque normalmente Brown escapa a las cámaras. El premier no es considerado muy telegénico, a diferencia de su adversario Cameron.
Sin embargo, esta noche el premier se mostró sereno y suelto. A sus 59 años, era el mayor en el podio. Cameron y Clegg, ambos de 43 años, son considerados más hábiles ante las cámaras. Sobre todo Cameron se esforzó por incluir algunos chistes a lo largo de su discurso.
El comienzo más bien rígido, en el que los candidatos pudieron presentar brevemente sus principales posiciones, dio rápidamente paso a una intensa discusión.
Las preguntas del público, a las que los tres debieron responder, giraron sobre los principales temas de política interna de la campaña electoral, que se extendieron desde educación y salud hasta la deuda del país.
Quienes formularon las preguntas fueron elegidos de modo representativo: un alumno interrogó sobre el futuro de las escuelas, una enfermera inquirió sobre el sistema de salud y un soldado quiso saber cómo estará dotado el Ejército y cómo continuará la misión en
Afganistán.
Mientras que Brown y Cameron intentaron retratar los planes de los demás como poco realistas e inapropiados, Clegg apostó a su rol como "outsider".
“Cuanto más se atacan, más se parecen entre sí”
En determinado momento, Clegg, hasta esta noche desconocido para la mayoría de los británicos, introdujo despreocupadamente una mano en el bolsillo de su pantalón, miró a sos adversarios David Cameron y Gordon Brown, y dijo: “cuanto más se atacan ustedes mutuamente, más se parecen entre sí.”
Su partido es una verdadera alternativa, subrayó Clegg una y otra vez: "Tal vez usted pensaba que todos los políticos son iguales. Espero haberle demostrado que esto no es así."
La gran mayoría de los comentaristas opinan en Europa que Clegg fue al final el verdadero del duelo de tres.
Brown sólo aceptó el duelo luego de que la oposición ejerciera una gran presión. Lo que en otros países como Estados Unidos rige como una tradición antes de los comicios nunca se había practicado en Gran Bretaña. Inclusive el telegénico Tony Blair, el antecesor de Brown, eludió a último momento un debate.
El segundo cruce tendrá lugar el 22 de abril por Sky News, y girará en torno a cuestiones de política exterior. El último duelo será el 29 de abril por la BBC y se centrará en asuntos económicos.
Actualmente los tories marchan primeros en los sondeos, aunque su enorme ventaja sobre los laboristas se redujo fuertemente en el último tiempo. Los liberaldemócratas, la tercera fuerza en el Reino Unido, obtendrían alrededor de un 20 por ciento, según estos pronósticos.
PK/dpa