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UE: rescate griego

11 de febrero de 2010

En la cumbre económica de emergencia de los 27 miembros de la UE, que discutirá hoy el rescate de la economía griega, se centran esta mañana los editorialistas europeos. Alemania y Francia han liderado las negociaciones.

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Berlín y París encabezan negociaciones para rescate de Grecia.Imagen: Bilderbox / DW / Montage

El Neue Zürcher Zeitung escribe en Zürich: "(La crisis griega) muestra que las debilidades nacionales, sobre todo dentro del espacio del euro, también pueden convertirse en un problema para otros Estados miembros; así como que las notables desigualdades al interior de la Zona Euro comportan un gran riesgo. Si Atenas hubiera escuchado antes los consejos de la UE, no sólo para sanear su presupuesto sino también para elevar su competitividad, habría evitado algunas de las actuales consecuencias y los jefes de Estado y Gobierno se habrían podido dedicar con calma a cuestiones estratégicas".

El diario independiente francés Le Monde recuerda por su parte: "Apenas un año tras el rescate de los bancos, que costó sumas colosales a ambos lados del Atlántico (…), estas mismas instituciones financieras atacan ahora a los Estados, tremendamente endeudados. Esta es una de las ácidas lecciones de la crisis griega, la más dura que ha sufrido el euro desde su introducción. El negocio de la especulación con las dificultades de un Estado para pagar sus deudas, incrementa los problemas del país, incluso los provoca".

"La situación actual es aún más inaceptable - argumenta Le Monde - porque los (así llamados) Credit Default Swap (CDS) se concentran en manos de unos pocos actores: los tres bancos J.P. Morgan, Goldman Sachs y Deutsche Bank dominan más del 75 por ciento del mercado. Basta con un actor que especule para alterar considerablemente los precios en el mercado. Y aquí no acaba el rol de los bancos en la crisis del euro. No sólo tienen en su poder la mayor parte de la deuda griega sino que conceden préstamos a los especulativos fondos de inversión libre. Estos fondos especulan de la forma más opaca posible para minimizar sus riesgos".

El rotativo de izquierda-liberal Nepszabadsag, en Budapest, afirma sin embargo: "En breve se verá si los más ricos países europeos pueden salvar a Grecia o si la sociedad griega reconoce, por su propio bien, en qué clase de desastre se halla inmersa. No se puede hacer responsable de la crisis a ninguna fuerza externa, a ningún avispado especulador. La situación la conocemos en Hungría demasiado bien. Un gobierno intenta mantenerse a flote a toda costa, pero aún no está claro si sus esfuerzos obtendrán el apoyo de la sociedad que le ha confiado el poder. Si no obtienen apoyo en su propio país, será difícil que logren cumplir las exigencias de los acreedores internacionales."

Desde Nancy, al este de Francia, L'Est Républicain advierte: "¡Tenemos que salvar a Grecia para sostener el euro! Sí, pero ¿cómo? Mientras la especulación agrava la ya dramática situación de Atenas, los Estados de la UE buscan posibilidades de frenarla y ayudar a Grecia. Se trata de evitar el contagio de España y Portugal (lo que sería fatal para la moneda común), así como no tener que recurrir a la ayuda del Fondo Monetario International, pues ello significaría aceptar una intervención económica desde Washington".

El País, desde Madrid, opina: "La crisis griega, la depreciación especulativa del euro y el recrudecimiento del debate sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas ilustran hasta qué punto la necesidad de incrementar la gobernanza económica de la UE se ha vuelto imperiosa. Es imprescindible completar la unificación monetaria con una política económica común, designio en el que anda implicada con buen criterio la presidencia semestral española. Veremos hoy si el líder de la Comisión y el del Consejo sintonizan sus distintos enfoques sobre la estrategia económica a medio plazo, exigida por la realidad y por la renovación de la fracasada Agenda de Lisboa".

El conservador La Razón precisa también desde Madrid: "París y Berlín deben encabezar una corriente de compromiso y respaldo por parte de la UE hacia el Gobierno griego con los instrumentos disponibles y los esfuerzos precisos. El riesgo de no actuar parece mucho mayor que el de intervenir, para así salvar males mayores o situaciones de no retorno que lastrarían la recuperación y el progreso de la Unión. La estabilidad en Grecia repercutirá positivamente sobre el conjunto de la UE y, muy especialmente, sobre aquellos países en serias dificultades, como España."

Editor: Enrique López