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Irán decepciona con su nueva oferta nuclear

6 de febrero de 2010

En la Conferencia de Seguridad de Múnich, el ministro de Exteriores iraní afirmó ver próximo un acuerdo para el intercambio de uranio. Estados Unidos y Alemania exigen pasar de las palabras a los hechos.

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Irán ve "próximo" un acuerdo. Las potencias occidentales, escépticas.Imagen: AP

La inesperada presencia del ministro de Asuntos Exteriores iraní en la Conferencia de Seguridad de Múnich se saldó de forma decepcionante. Manouchehr Mottaki había anunciado que acudiría al encuentro apenas horas antes de su inicio, un gesto que se interpretó como la antesala de un importante anuncio respecto al contencioso que Teherán mantiene con la comunidad internacional con motivo de su programa nuclear.

Sin embargo, a la hora de la verdad, el responsable de Exteriores iraní decepcionó. Mottaki dijo que su gobierno ve "buenas posibilidades" de llegar a un acuerdo para intercambiar uranio bajamente enriquecido en instalaciones iraníes por combustible nuclear que serviría para alimentar un reactor destinado a la investigación en el campo de la medicina. "El punto más importante es la voluntad política. Personalmente, siento que la voluntad política existe", afirmó.

"Sí" al intercambio, pero con condiciones

Iran Uranaufbereitungsanlage in Isfahan
Teherán quiere determinar la cantidad de uranio enriquecido que se cedería al exterior a cambio de combustible nuclear.Imagen: AP

Si bien Teherán acepta intercambiar uranio por combustible, el gobierno del presidente Mahmud Ahmadineyad pretende establecer condiciones a un posible acuerdo. De entrada, Irán quiere tener la última palabra sobre la cantidad de uranio bajamente enriquecido que cedería para ser procesado en el exterior. Además, aún queda por determinar el lugar designado para la entrega del uranio y el tiempo que dicho material permanecería en el extranjero hasta su vuelta a Irán, una vez procesado. Por último, el intercambio debería producirse de forma simultánea.

El objetivo del programa de intercambio es evitar que, como temen las potencias occidentales, Irán enriquezca el uranio hasta niveles suficientemente elevados como para ser utilizado en la fabricación de bombas nucleares. Teherán, por su parte, asegura que el enriquecimiento de uranio tiene exclusivamente una finalidad de carácter civil.

¿Sanciones a la vista?

Las reacciones más contundentes a la nueva oferta de Teherán llegaron desde Estados Unidos y Alemania. El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, criticó el optimismo exhibido por Mottaki y aseguró que no cree que se pueda alcanzar un acuerdo a corto plazo. Gates fue más allá y sugirió que ha llegado el momento de "aplicar nuevas sanciones" contra el país asiático.

"No han hecho nada para asegurar a la comunidad internacional que están preparados para cumplir con el Tratado de No Proliferación Nuclear o detener su avance hacia un arma nuclear y por lo tanto creo que ha llegado el momento de pensar una táctica distinta", recalcó Gates.

Sicherheitskonferenz in München
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, se mostró decepcionado.Imagen: AP

No menos escéptica fue la posición del ministro de Asuntos Exteriores alemán. "Nuestra mano aún está tendida. Pero hasta el momento ha sido tendida en vano", dijo Guido Westerwelle, que añadió: "Y no hemos visto nada desde ayer que me haga poder cambiar esa opinión". Su compañero de gabinete titular de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, instó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a "tomar medidas" contra el gobierno de Ahmadineyad.

El intercambio, un largo camino negociador

El acuerdo de intercambio de uranio se discutió por primera vez el año pasado entre Irán y un grupo de seis países: Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania, potencias internacionales que vieron en el programa de intercambio una vía para asegurarse que Teherán no enriqueciera su uranio a un nivel que pudiera ser utilizada en una bomba nuclear.

Pero Teherán, que niega tener intenciones de fabricar una bomba nuclear, no respondió positivamente a la propuesta hasta esta semana, cuando Mahmud Ahmadineyad aseguró que su país estaría dispuesto a enviar su uranio bajamente enriquecido al extranjero recibiendo a cambio combustible nuclear para su reactor en Teherán. Unas manifestaciones, las de Ahmadineyad, que unidas a la presencia de última hora de Mottaki en Múnich, habían despertado grandes expectativas. Unas expectativas finalmente defraudadas.

Autor: EV/Reuters/dpa

Editor: Pablo Kummetz