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Iglesia ortodoxa rusa anuncia ruptura de diálogo con la luterana

13 de noviembre de 2009

El nombramiento de la teóloga Margot Käßmann como autoridad máxima de la Iglesia Evangélica de Alemania desembocó en una inesperada confrontación interreligiosa. Del Patriarca de Moscú depende que el diálogo continúe.

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Margot Käßmann, el día de su nombramiento.Imagen: picture-alliance/ dpa

Cuando Vladímir Mijáilovich Gundiáyev se convirtió en Cirilo I, cabeza de la Iglesia ortodoxa rusa, el 27 de enero de este año, asumió entre sus responsabilidades la de mejorar las relaciones de ésta con otras Iglesias cristianas. Menos de un año más tarde, la continuación o no del diálogo entre la institución que él dirige y la Iglesia luterana dependen de su veredicto; la decisión de Cirilo I confirmará si la percepción que se tiene de él –la de un religioso conciliador y de mente amplia– está bien fundada.

Por su parte, cuando la Iglesia Evangélica de Alemania (EKD, son sus siglas en alemán) eligió a la teóloga Margot Käßmann como su autoridad máxima el pasado 28 de octubre, nadie sospechó que el nombramiento desembocaría pocos días después en una confrontación interreligiosa tan seria: este viernes (13.11.2009), en el diario ruso Kommersant, el arzobispo de Volokolamsk y director del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú, Ilarión Alféyev, anunció el fin del diálogo entre su Iglesia y la luterana.

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El patriarca ruso ortodoxo, el día de su entronización, en febrero de 2009.Imagen: picture-alliance/ dpa

Carta al Patriarca

Käßmann y el obispo a cargo de las relaciones de la Iglesia luterana con el extranjero, Martin Schindehütte, han comentado su sorpresa frente a estas reacciones en una carta dirigida al Patriarca de Moscú, Cirilo I. Ambos critican el hecho de que representantes del departamento eclesiástico de exteriores de los ortodoxos, como Georgi Sawershinski, se hayan expresado de manera desmesurada al referirse al ascenso de la obispa Käßmann a la cima de la jerarquía de su Iglesia.

Sawershinski declaró que, desde la perspectiva ortodoxa, la elección de una mujer como Presidente de Consejo de la EKD contradice los principios del evangelio. El propio Ilarión Alféyev dio a entender que el cincuentenario del diálogo continuo entre la Iglesia ortodoxa y la EKD marcaría también el final del contacto entre la una y la otra. La celebración de ese aniversario, pautada para el 30 de noviembre en Berlín, ha sido cancelada.

¿Choque de ideologías?

Según Ulrich Rüß, presidente de la conservadora Conferencia de Comunidades Evangélicas de Alemania –creada en 1970 como respuesta a la naturaleza progresista de la EKD–, son muchos los luteranos que, en Rusia y otros países, comparten la impresión de los ortodoxos y perciben en la elección de la obispa de Hannover señales inquietantes que apuntan al auge de tendencias ideológicas liberales y feministas.

Sin embargo, el vicario general de la diócesis ortodoxa serbia de Europa central, el arcipreste Milan Pejic de Hannover, dice actuar en nombre de su feligresía al demostrar su apoyo a Käßmann. “No puedo entender por qué la Iglesia rusa ha reaccionado de esta manera. Quizás tengan segundas intenciones al hacerlo”, dijo Pejic a la agencia epd, agregando que los ortodoxos tuvieron la oportunidad de manifestar su opinión antes del nombramiento de Käßmann como Presidente de Consejo de la EKD; después de todo, su candidatura no era un secreto para nadie.

Definiendo el ecumenismo

Käßmann insiste en que la EKD está interesada en continuar el diálogo con la Iglesia ortodoxa rusa. No obstante, al conocer los distintos argumentos que se orearon en contra de su posición dentro de la Iglesia luterana –entre ellos, el de que una mujer a la cabeza de la institución menoscaba los esfuerzos por propiciar una mayor cooperación religiosa–, la obispa declaró en una rueda de prensa celebrada en la Iglesia regional bávara de Nuremberg, que el ecumenismo también consiste en aceptar nociones religioso-administrativas disímiles.

“El respeto mutuo es el fundamento más importante para que el ecumenismo tenga lugar”, dijo, añadiendo que, así como ella acepta el hecho de que algunas Iglesias no admiten a mujer alguna en su jerarquía, ella espera que otros acepten el hecho de que esa posibilidad existe en su Iglesia.

Autor: Evan Romero-Castillo

Editora: Emilia Rojas