La discoteca silenciosa

La idea nació en Londres hace algún tiempo. Ahora se exporta a Alemania y en un principio ha sido recibida con entusiasmo, pero podría tratarse sólo de una tendencia pasajera. El tiempo dirá. Como sea, la idea es interesante: hacer de los centros de las ciudades puntos de encuentro en los que se pueda festejar en grande sin perjudicar la calidad de vida, es decir festejar a todo volumen sin estorbar el sueño de los vecinos.

En Londres ha tenido éxito y se ha impuesto ya en varios grandes eventos como por ejemplo en una megafiesta en el techo del Queen Elizabeth Hall de Londres con motivo del 40 aniversario del alunizaje. Y de la capital británica ha tardado unas semanas en llegar a Alemania. Mientras tanto se han llevado a cabo eventos de este tipo en el centro de Bonn, en Múnich, Friburgo y en la tranquila Múnster. La "silent disco" ha registrado tanto buena prensa como buen número de visitantes.

House y Soul al mismo tiempo

En estas discotecas silenciosas, a diferencia de las discotecas clásicas, la música no sale de enromes altoparlantes que hacen retumbar vidrios y oídos, sino que provienen de audífonos de onda corta. Estos están conectados inalámbricamente a las mesas de control de audio. La idea permite además que los visitantes bailen al son que ellos quieren, pues pueden escogerlo. Hasta el momento se ha impuesto la tendencia de dos pinchadiscos que ponen música paralela. Dependiendo del audífono que se escoja, por lo general se diferencian por el color, se puede escuchar ya sea música House, Soul, Funk o hits de los 80.

Los audífonos son el corazón de esta idea. Por el momento proviene siempre de la misma empresa londinense "Silent Arena", especializada en estos aparatos de alta tecnología, lo que explica los jugosos depósitos que se deben pagar por rentar los audífonos y que van hasta los 100 €. Se trata sólo de un depósito que se regresa cuando se abandona el evento.

Individualistas en pista

Para un observador externo la imagen resultará extraña: grupos de personas moviéndose al unísono a sones inaudibles para los demás. Sin duda una nueva forma de festejar, que refleja de cierta forma la marcada tendencia al individualismo.

Autor: CHP

Editor: Emilia Rojas