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Comercio justo: más caro, pero más solidario

20 de agosto de 2009

Los productos del comercio justo son más caros, pero en Alemania se venden más que nunca y se vive un verdadero auge del fair trade. En ellos se combina la ecología con precios justos, y se apoya a los más pobres.

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Café, galletitas o tabaco: todo es más solidario si es del comercio justo.Imagen: picture-alliance/ dpa

A pesar de la crisis financiera global, el volumen de venta de productos del comercio justo aumentó un 38 por ciento en comparación con 2007, alcanzando en 2009 los 266 millones de euros, según informa el Foro de Comercio Justo en el mes de agosto.

Un estudio sobre el comportamiento del consumidor realizado por el mencionado foro confirma que los consumidores parecen haber descubierto el gusto por productos como el jugo de frutas biológico, cuya venta se incrementó en un 80 por ciento. Lo siguen el azúcar, con un 59 por ciento, y la miel con un 35 por ciento. El café, favorito en las ventas de este tipo de mercadería, no se queda atrás, con un 13 por ciento más en lo que va del año.

Fair Trade Olivenöl PFTA in Jenin Westjordanland Mahmoud Issa
Aceite de oliva del comercio justo de Cisjordania.Imagen: DW/ Diana Hodali

Con el sello de Fair Trade se ofrecen todo tipo de productos, desde chocolate, café, tabaco, hasta arroz. Recorren el último tramo de su camino hasta el consumidor a través de supermercados y negocios naturistas, pero los principales compradores siguen siendo las tiendas “Un solo mundo” (Eine-Welt-Laden), que adquieren un 46 por ciento del total de las importaciones. Las empresas importadoras alemanas más conocidas son Gepa o El Puente.

Caros, pero justos

El hecho de que la mayoría de los productos obtenidos a través del comercio justo cuesten más dinero significa que a quienes los han fabricado o cosechado se les ha pagado un precio más alto que el normal.

Al contrario de lo que podría pensarse, en medio de la crisis económica, los consumidores alemanes siguen siendo fieles a las manufacturas que se identifican por medio del sello azul y verde de comercio justo. Y hasta compran más de estos productos que el año pasado.

Fair Trade Logo
Logo de la Organización Fair Trade.

“Lo positivo de estos resultados es que se pudo cimentar el mensaje del comercio justo en todos los estratos de la población, y que hay un gran porcentaje de la misma que tiene afinidad con este tipo de productos, pero que aún no los compran. Eso representa un gran potencial de crecimiento”, opina Christian Bill, presidente de la Unión de Comercio Justo.

Según una encuesta de esa asociación, un 44 por ciento de los alemanes ya compró productos del Fair Trade, y muchos de ellos están convencidos del beneficio que comporta adquirirlos. Entre las razones, los encuestados respondieron que “así se apoya a la gente de los países en desarrollo”, “no se compran productos del trabajo infantil”, y “se apoya a los pequeños campesinos”.

La crisis se siente más en el sur

Mientras que la crisis en los países industrializados no afecta las compras solidarias, en el sur del mundo los productores sienten claramente los efectos de la debacle. “Antes de la crisis, una de cada dos personas que sufría hambre era un granjero de un país en vías de desarrollo. Nuestros socios comerciales sienten más la crisis porque los precios de los combustibles y los fertilizantes también subieron muchísimo. Difícilmente consiguen créditos para prefinanciar la cosecha, y las subvenciones al campo han disminuido continuamente”, explica Bill.

Kaffee in San Salvador
Manufactura de café en El Salvador.Imagen: AP

Por eso es tan importante para los campesinos de dichos países que los precios de sus manufacturas no bajen. Por el momento se mantienen estables, también por el aumento de la demanda en los países industrializados. Pero es en ellos donde aún hay otras posibilidades de crecimiento. Según el presidente de la Unión de Comercio Justo, aún queda mucho por hacer en el área pública. Una propuesta sería ofrecer café “justo” en transportes como el ferrocarril, piensa Christian Bill. Para lograr el objetivo de impulsar el comercio justo se necesita una intensa tarea informativa en los países industrializados. Esto es lo que Bill espera que ponga en práctica el próximo gobierno germano.

Autor: Nadine Wojcik/ Cristina Papaleo, dpa, reuters

Editora: Claudia Herrera-Pahl