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Ministra de salud alemana: ¿sin auto y sin trabajo?

27 de julio de 2009

El robo del automóvil oficial de la ministra de Salud alemana en España reabre el debate sobre el uso privado por parte de políticos de recursos pagados por los contribuyentes.

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¿Un dolor de cabeza para la ministra de salud alemana?Imagen: AP

Lo que se dio a conocer ayer, 27 de julio, como la noticia del robo del auto de la ministra de Salud alemana Ulla Schmidt durante sus vacaciones en Alicante, España, se ha convertido en un debate sobre su credibilidad política. Miembros del Gobierno alemán piden su dimisión por haber derrochado dineros fiscales. El clima está poniéndose caliente, no sólo en Alicante, sino también en el verano político germano.

El Mercedes Benz del tipo “S”, el automóvil oficial de servicio de Ulla Schmidt, fue sustraído en el sur de España por dos personas aún no identificadas, quienes robaron previamente la llave del coche de la residencia del chofer de la ministra.

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Carro oficial de la ministra de salud germana, robado ayer en España.Imagen: picture-alliance/ dpa

Lo que la gente no entiende, y lo que los políticos del gabinete de Angela Merkel critican, es el hecho de que la encargada de la salud de los alemanes se haya llevado el auto de servicio para utilizarlo durante sus vacaciones. En realidad, podría haber utilizado un transporte provisto por la embajada alemana en España. Tomar un taxi, o hasta viajar con el transporte público. ¿Impensable para un funcionario del Gobierno?

Otra vez ministro alemán en la picota

El tema despierta una encendida polémica de cara a las elecciones parlamentarias en Alemania, a realizarse el 27 de septiembre. Miembros del partido gobernante, la Unión Demócrata-Cristiana (CDU) se han pronunciado acerca del “escándalo”, como, por ejemplo, el Director del Comité de Presupuestos del Gobierno alemán, Otto Fricke. “Me gustaría saber para qué necesitaba la Sra. Schimdt un automóvil oficial y un chofer para sus citas en Alicante”, dijo Fricke al periódico Bild.

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La salud de los enfermos alemanes: protesta de médicos.Imagen: AP

Y la otra cuestión que no queda nada clara es por qué la funcionaria toma un vuelo pagado de su bolsillo, pero hace viajar a su chofer los 2.400 km hasta Alicante. Una ida y vuelta de 5.000 km. El robo del automóvil es un hito más en el pedregoso camino recorrido por la ministra de Salud del Partido Socialdemócrata (SPD), que asumió su cargo en 2001 durante el Gobierno de Gerhard Schröder. Sus reformas en el ministerio fueron llevadas a cabo contra viento y marea, tanto contra la voluntad de médicos y obras sociales como de la industria farmacéutica. Entre otras cosas, introdujo un arancel obligatorio trimestral de 10 euros por cada visita médica para el paciente, con lo cual no se ganó precisamente la simpatía ciudadana.

Lujo en medio de la crisis

Ulla Schmidt se apoya en la ley, que dice que no está prohibido utilizar el automóvil oficial ni emplear al chofer, siempre y cuando ella se haga cargo de los gastos ocasionados, o pueda comprobar que lo utilizó con fines oficiales. El Secretario General del SPD, Hubertus Heil, dijo que la ministra “actuó dentro del marco legal”, y agregó que no permitirán que al hecho se le agreguen tintes extraños”.

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Ulla Schmidt promovió reformas no siempre bienvenidas.Imagen: AP

Según un portavoz de la ministra a la agencia DPA, Ulla Schmidt visitó durante su estadía en Alicante un hogar de ancianos y algunos hospitales, para lo cual necesitaba viajar con el Mercedes. Pero eso no justificaría el hecho, comenta el periódico Kölnische Rundschau, “de hacer rodar el Mercedes por todo el continente”.

A Ulla Schmidt le resta un año de desempeño en el cargo. El diputado conservador Georg Schirmbeck (CDU) dijo que “ya que el mandato (de Schmidt) está llegando a su fin, su renuncia al cargo es innecesaria (…). Con su actitud daña enormemente la reputación de más de 600 miembros del Bundestag (Parlamento).” Luego de que, hace menos de un año, el ministro de Medioambiente Sigmar Gabriel cayera en descrédito por haber viajado con un avión oficial desde Berlín hasta su residencia de vacaciones en Mallorca, Ulla Schmidt reabre el debate sobre el uso privado de recursos sustentados por fondos tributarios. Mala época para viajar al sol de España en carroza oficial. Claro está que la ministra aún se tiene que expresar al respecto, y dijo estar dispuesta a responder sobre el caso ante el Parlamento.

Los enemigos políticos y no políticos de Ulla Schmidt y del SPD harán notar seguramente en las próximas elecciones su opinión sobre estos gestos que denotan indiferencia hacia un electorado ya de por sí incrédulo en lo que a la honestidad de los que ostentan el poder se refiere.

Autora: CP/DPA, AP

Editora: Claudia Herrera-Pahl

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