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“Aislar políticamente a un país no da muy buenos resultados”

9 de julio de 2009

¿Cuán efectivo es aislar políticamente a un país para conseguir cambios? DW-WORLD conversó sobre Cuba y Honduras con Markus Meckel, portavoz de política exterior de los socialdemócratas alemanes en el Bundestag.

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"No estoy muy seguro de que la reacción haya sido la más adecuada, ni la estadounidense ni la europea".Imagen: AP

“Aislar políticamente a un país no tiene muy buenos resultados: décadas de política de Estados Unidos hacia Cuba lo demuestran”, dijo a DW-WORLD Markus Meckel, portavoz adjunto de política exterior de los socialdemócratas en el Bundestag, el Parlamento alemán. Meckel, quien tenía planificado visitar la isla entre el 5 y el 12 de julio, no obtuvo la visa necesaria para entrar. ¿Por qué? “No dieron motivos”, señala.

La expresa protesta europea no se hizo esperar, acompañada de la exhortación a Cuba a no obstaculizar los contactos con la sociedad civil en el contexto de las visitas de alto nivel. ¿Tiene este incidente alguna consecuencia más? “La tiene en la medida en que, para la propia Cuba, es un signo de que se está cerrando; de que en realidad no acepta el diálogo ofrecido por el Estados Unidos del presidente Obama”, afirma Meckel.

En estos años de complejas relaciones con la isla, el parlamentario alemán se ha pronunciado a favor de los derechos civiles. El viaje planificado tenía por objeto dialogar tanto con las entidades oficiales cubanas como con representantes de la sociedad civil. Que no le hayan permitido la entrada lo califica Meckel de inaceptable.

Búsqueda del diálogo oficial y civil

“Con nuestra política europea, buscamos el diálogo con las entidades oficiales cubanas; estamos a favor del apoyo y el diálogo en muchos aspectos económicos, pero también en cuestiones de derechos humanos y democracia. Por supuesto, indepedientemente, buscamos el diálogo con la sociedad civil y la oposición”, asevera este político alemán, que desempeñó un papel importante en la reestructuración política de la ex República Democrática Alemana después de la caída del Muro de Berlín en 1989.

¿Y el cambio?

Después de que en 2003 la Unión Europea congelara las relaciones con la Habana debido a violaciones a las libertades cívicas y que por 18 meses el diálogo estuviera suspendido, las relaciones entre el Viejo Continente y la isla caribeña han ido reverdeciendo. El traspaso de poder de Fidel a Raúl Castro fomentó esperanzas de que se acometieran las necesarias reformas estructurales. “Inversiones, cooperación, apoyo en las reformas estructurales requiere Cuba”, afirma el político socialdemócrata.

Markus Meckel
Markus Meckel, parlamentario del partido socialdemócrata (SPD)Imagen: AP

Sin embargo, “el cambio anunciado hasta el momento no se avizora; esto es lamentable, sobre todo cuando se trata de la gente”, dice Meckel y puntualiza: “Hay más de 200 presos políticos que viven en condiciones infrahumanas. Algunos de ellos en mal estado de salud, y no se los cuida. En ese medida, esta situación es alarmante. Pero no se trata sólo de la oposición, se trata de la población que requiere urgentemente reformas para que haya un desarrollo económico. El gobierno de Raúl Castro lleva a la gente hacia un callejón sin salida y no cumple con lo prometido. Con esta política, Cuba se cierra, ella misma, una puerta hacia el futuro”.

Búsqueda del diálogo en Cuba. ¿Y Honduras?

A pesar de la actidud de La Habana, en opinión del parlamentario alemán, la búsqueda del diálogo a todo nivel no puede cesar; “es una estrategia muy bien pensada de la Unión Europea que se aleja de la política de aislamiento”, una situación que Cuba conoce a profundidad.

Sin embargo, a pesar de la mala experiencia con el aislamiento de un país, la Unión Europea acaba de retirar sus embajadores de otro país latinaomericano: Honduras. ¿Cuán acertada es esta medida?

“La reacción internacional con Honduras no ha sido lo sufiencientemente diferenciada; no se ha tenido suficientemente en cuenta que, al interior del país, el Parlamento y el poder judicial se han puesto del lado de los que dicen que el presidente actúa en contra de la Constitución y en contra del Derecho”, responde Meckel y concluye: “Aquí se actuó como si el presidente representara el Estado de derecho y ése no es el caso. No estoy seguro de que esta reacción haya sido la adecuada, ni la estadounidense ni la europea”.

Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas-Sasse