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Controvertida base de datos en torno a los visados en Alemania

Verica Spasovska4 de marzo de 2009

Fuerte sopla el viento en contra de la idea del Gobierno alemán de crear un archivo entorno a las solicitudes de visados. Las críticas llueven con razón, opina Verica Spasovska.

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La “base de datos preventiva sobre visados” estaría llamada a cerrarle el paso a los traficantes de personas, a los terroristas y a los inmigrantes ilegales y a proteger la “seguridad interna de Alemania”. Esta es una tarea legítima del Estado, pero cabe dudar de que dicho archivo sirva para cumplirla.

Entre la información recopilada no sólo se encontrarían las solicitudes de visados que se consideren poco creíbles, sino también referencias a quienes, desde Alemania, inviten a extranjeros al país: empresas, grupos culturales o deportivos, maestros que organizan intercambios de estudiantes en sus colegios, así como organizaciones humanitarias y religiosas. Sin olvidar a las personas privadas. Si se tiene en cuenta que unos 15 millones de ciudadanos tienen en Alemania raíces fuera del país, es probable que la base llegase a contener datos en cantidades millonarias.

En este archivo se recopilarían, siguiendo un procedimiento ilegal y sin que exista una sospecha fundada para ello, datos de ciudadanos inocentes, de ahí las críticas al mismo. Aquel que invitase cinco o más veces a extranjeros durante un periodo de dos años se convertiría automáticamente en sospechoso y haría sonar la señal de alarma. A sus datos tendrían entonces acceso libre todo tipo de funcionarios del Estado, desde policías hasta, incluso, agentes del servicio secreto.

Por supuesto que se debe proceder contra la prostitución forzada, contra el trabajo negro y contra el crimen organizado. Las mismas autoridades encargadas de la protección de datos reconocen la necesidad un archivo relacionado con la solicitud de visas. Sin embargo, éste debería estar restringido a aquellas personas contra las que existan indicios claros de violación de la ley. Por el contrario, a quienes menos problemas les crearía la base de datos tal y como la propone el Gobierno alemán es a los terroristas y a los que comercian con seres humanos, dotados todos ellos de identidades falsas.

Ante lo indiscriminado del sistema, en el futuro más de uno se pensaría dos veces el invitar a alguien o no, teniendo en cuenta que al tremendo esfuerzo burocrático que ello supone se le uniría la posibilidad del archivo de sus datos. Fuera de Alemania, muchas de las personas que planeasen un viaje al país verían multiplicados los obstáculos a su visita. La Europa sin fronteras tiene otro aspecto.