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El cine latinoamericano conquista la Berlinale

Emili Vinagre15 de febrero de 2009

"La teta asustada" y "Gigante" coparon el protagonismo en la entrega de premios. Dos directores jóvenes, la peruana Claudia Llosa y el argentino Adrián Biniez, se coronaron contra los pronósticos de la crítica.

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Claudia Llosa, con el Oso de Oro a la mejor película.Imagen: AP

Segunda película y primer Oso de Oro. Con la sensibilidad y la poesía de “La teta asustada”, Claudia Llosa conquistó al jurado internacional de los premios. La historia de Fausta –Magaly Solier-, una joven traumatizada por la terrible experiencia que vivió su madre, violada durante la época del terrorismo en Perú, se impuso a las –a priori- grandes favoritas: la francesa “London River” y la norteamericana “The Messenger”. Un triunfo que tanto Llosa como Solier dedicaron a todos los peruanos.

Filmfestspiele Berlin 2009 La teta asustada
Fotograma de "La teta asustada"Imagen: Internationale Filmfestspiele Berlin

Como es habitual, pues, el jurado de la Berlinale optó por conceder el principal galardón del festival a una película donde el transfondo social, político y humano, tiene todo el protagonismo. Tras su ópera prima, “Madeinusa” (2006), la directora peruana, afincada desde hace cinco años en Barcelona, se ha confirmado en la capital alemana con una agradable realidad del cine latinoamericano.

“Gigante”, por partida triple

Como también lo es Adrián Biniez, un director de cine argentino afincado en Uruguay. Su trabajo en “Gigante” le ha supuesto acaparar hasta tres premios. De entrada, el Oso de Plata a la mejor ópera prima, dotado con 50.000 euros. También recibió el Gran Premio del Jurado y el Premio Alfred Bauer, en honor al fundador del festival, y que se concede a aquellos trabajos que abren nuevas perspectivas en el arte cinematográfico. Un premio que compartió con el veterano director polaco Andrej Wajda, por “Tatarak”.

Filmfestspiele Berlin 2009 Gigante
Fotograma de "Gigante"Imagen: Internationale Filmfestspiele Berlin

Emocionado y sorprendido, Biniez apenas pudo pronunciar unas pocas palabras en inglés cuando subió a recoger, sucesivamente, los tres galardones. La alegría estaba justificada. A sus 34 años, primera presencia en un festival y primeros reconocimientos. Algo que, a tenor de lo que había recogido hasta la fecha la prensa especializada, se podía esperar. “Gigante” sorprendió en Berlín por su frescura, su sensibilidad y por demostrar que, sin grandes pretensiones, se puede realizar un cine de altura. La historia del vigilante nocturno de un supermercado de Montevideo que se enamora de una mujer de la limpieza sedujo al jurado presidido por la británica Tilda Swinton.

Premios repartidos

El resto de galardones estuvo absolutamente repartido. Se premió, por ejemplo, al cine iraní, en la figura del realizador Asghar Farhadi, que obtuvo el Oso de Plata a la mejor dirección por “Darbareye Elly”, la historia de un grupo de jóvenes iraníes que pasan unos días de vacaciones en la costa. La desaparición de una joven muchacha que los acompañaba despertará en ellos los prejuicios morales aparentemente dormidos.

Berlinale 2009 Silberner Bär Großer Preis der Jury für den Film Gigante, Adrian Biniez
Adrián Biniez con el Oso de Plata.Imagen: picture-alliance / dpa

También tuvo su parte del pastel el cine alemán, con “Alle anderen”, el drama sobre una pareja que se desmorona. Y por partida doble, compartiendo con “Gigante” el Gran Premio del Jurado y con el Oso de Plata para su actriz protagonista, Birgit Minichmayr. El mejor actor de la presente edición de la Berlinale, a criterio del jurado, fue Sotigui Kouyate, el intérprete de Burkina Faso que en “London river” da vida al padre de un joven francés desaparecido en Londres a raíz de los atentados de 2005 contra el metro de la capital británica.

Finalmente, el premio al mejor guión fue para Oren Moverman y Alessandro Camon, por “The Messenger”, mientras que la producción rumano-húngara “Katalin Varga” fue galardonada con el Oso de Plata al desempeño artístico por el trabajo de sonido de Gábor Erdély y Tamás Székely.