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Reciclado de envases

Izaskun García Ugarte16 de mayo de 2007

Alemania, líder en utilización y mercado de energías renovables, es también una ferviente impulsora de políticas medioambientales, algunas de las cuales están inspiradas en la ley de envases (VerpackV).

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El logotipo del Punto Verde.Imagen: Duales System Deutschland ®

La ley de envases, aprobada el 12 de junio de 1991, persigue el objetivo de reducir las cantidades de basura mediante la disminución de envases malgastados, y es que Alemania es uno de los mayores productores de desechos de toda Europa. De acuerdo a la ley, cada empresa está obligada a asumir el trabajo de recogida y reciclado de sus envases, y de escribir los informes al respecto para probar su obediencia legal.

En el texto se distinguen tres tipos diferentes de envases:

- Envases de transporte: son lo que se utilizan para proteger el producto o facilitar su transporte.

- Envases extra: que no son estrictamente necesarios; sólo se utilizan a título publicitario.

- Envases de compra: son aquellos en los que se le ofrece el producto al consumidor.

Lo innovador de esta ley es que no sólo exige una reducción, sino que propone medidas para alcanzarla, como por ejemplo el depósito para envases retornables.

Das Pfand (depósito)

Pfandhaus in Mecklenburg Vorpommern
Oficina del "Pfand" (depósito) en Mecklenburgo-Pomerania Occidental, Alemania.Imagen: AP

Las imposiciones legales por parte de la ley de envases ha hecho que Alemania se suba al tren de la "cultura del depósito" en Europa, cuyos pioneros son los países escandinavos, Dinamarca, Holanda y Suiza.

El 1 de enero de 2003 se aprobó en Alemania una ley, a través de la que botellas (de vidrio y plástico) y latas de bebidas han de ser devueltas al sitio de compra. Tras la enmienda de 2006, cabe la posibilidad bien de retornar el objeto a la tienda en la que se compró, bien a otra en la que se venda el mismo producto. Para garantizar la obediencia del ciudadano, éste ha de pagar un precio fijo extra de 25 céntimos de euro, que le son devueltos al entregar el envase vacío, con la compra de: botellas de cerveza y combinados de cerveza, agua mineral (con y sin gas), refrescos, alcohol enlatado y envases de un solo uso.

El Punto Verde

Der Grüner Punkt es una iniciativa alemana que está detrás de la mayoría de productos que compramos cada día. El símbolo del "reciclado", dos flechitas entrelazadas, son una de las muchas ideas alemanas para contribuir a hacer el futuro menos negro.

La compañía alemana Duales System Deutschland (DSD), fundada en 1990 y cuyas oficinas centrales están en Colonia, es la madre del conocido logotipo. La iniciativa nació con el fin de eximir a las empresas envasadoras alemanas de las obligaciones establecidas en la ley de envases. DSD financia sus servicios con los derechos sobre el logotipo, de modo que las empresas que lo compran quedan exentas de su labor de recogida y reciclaje.

La idea ya ha salido de las fronteras alemanas, llegando a abarcar Europa y sus alrededores, desde España, hasta Noruega, pasando por Turquía. En total son 25 los países en los que compañías como DSD, Ecoembes (España), Rekopol (Polonia) o E.T.O. (Estonia) se dedican a recolectar y reciclar envases de todo tipo.

Prototyp für eine Pfandmaschine Dosenpfand Deutsche Pfand AG
Prototipo de una máquina para retornar latas.Imagen: AP

Estas iniciativas constituyen, junto con las políticas medioambientales y las innovaciones tecnológicas en el mercado de las energías renovables, el arma alemana en la lucha contra la degradación de nuestro entorno y a favor de la concienciación de los ciudadanos sobre la imperiosa necesidad de proteger nuestro gran legado: el medio ambiente.