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Crimen en los laboratorios

25 de abril de 2005

Unos 11 millones de animales mueren, por lo general de forma en extremo cruel, en los laboratorios europeos. En muchos casos esa tortura no tiene justificación, según los defensores de animales.

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Una víctima de la ciencia.Imagen: Oregon University

Cada vez son más las voces que se alzan en contra de la brutal experimentación con animales, en ramos donde no resulta imprescindible. Es el caso de la industria cosmética o de los laboratorios escolares, donde difícilmente un niño pierda su vocación por la biología o la medicina si no puede participar en una vivisección. No obstante, las estadísticas son lapidarias: cerca de 11 millones de animales son víctimas cada año de todo tipo de torturas en los laboratorios de países de la Unión Europea, donde son sacrificados en nombre de la ciencia. De hecho, su número aumentó en un 12% en los últimos cuatro años en Europa.

Temores en Europa

Lo que más aterra a los defensores de los animales es que esas cifras podrían incrementarse aún en forma considerable, debido a las directrices que se discuten en la UE sobre una nueva ordenanza para productos químicos. De ser aprobada, ésta implicará examinar unos 30 mil productos antiguos para evaluarlos y autorizar su presencia en el mercado.

Los defensores de los animales están, en principio, a favor del control de los productos químicos. Pero hacen notar que los experimentos con animales no son el método más apropiado, ya que existen alternativas como los modelos virtuales computarizados o la simulación en cultivos de células, que podrían reducir el número de experimentos a unos 7,5 millones anuales. "Una política que se basa en datos extraídos de experimentos con animales no volverá más seguro el manejo de productos químicos, porque tales resultados sólo son limitadamente transferibles a los seres humanos", señala Veronika Haunold, de la organización Vier Pfoten (Cuatro Papas).

Reducción en Alemania

También el toxicólogo Kay Brune, quien dicta una cátedra de "Innovación en la protección de animales y consumidores" en la universidad de Erlangen, está a favor de reducir el número de experimentos con seres vivos y, a cambio, mejorar las técnicas. Consultado por DW-WORLD, hizo notar que existe una clara tendencia a reducir este tipo de pruebas en los laboratorios, por razones éticas. No obstante, hace notar que hay procesos que no pueden ser simulados porque atañen a sistemas demasiados complejos, como el sistema nervioso.

En Alemania, en todo caso, la experimentación con animales va en retroceso. Si bien aumentó el número de pruebas hechas con roedores, ya casi no se utilizan animales domésticos, como perros o gatos. Ello no siempre representa efectivamente un avance, ya que en muchos casos sólo se traslada la realización de esos experimentos a otros países, donde las trabas burocráticas son inferiores. Pero, al menos, la opinión pública está tomando conciencia del tema y se intenta reducir la experimentación a un mínimo imprescindible.