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Alerce, el árbol del 2012

20 de octubre de 2011

Arrinconado en las alturas de las montañas, el Larix decidua ocupa el 1% de la superficie de bosques nativos en Alemania. Con su nombramiento como árbol del año se espera revertir esa situación.

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El hombre es el mayor peligro para el árbol.Imagen: RIA Novosti

Los usan para fabricar casas. También para que el vino adquiera un sabor único, imposible de conseguir con otras maderas. Además, se le respeta por esa imagen dorada tan típica que da al otoño europeo gracias a que es la única conífera que bota sus agujas cuando arrecia el frío. Con el suelo sembrada de ellas, el bosque adquiere una tonalidad única, irrepetible. Algunos ejemplares tienen más de mil años y su madera tiene la cualidad de no pudrirse con el agua.

Por todas esas características, el alerce europeo, cuyo nombre científico es Larix decidua, fue elegido el árbol del año 2012 por la fundación "Baum des Jahres", que en un comunicado explica además que falta investigar mejor por qué este árbol se desprende de sus agujas, a diferencia de todos los demás, que las mantienen en época de frío. Se especula que es un mecanismo de defensa evolutivo que le permite soportar mejor las bajas temperaturas de hasta -40° que afronta en los crudos inviernos del Viejo Continente.

Barrera contra avalanchas

Österreich Lärchenwald im Herbst Karwendel
Un hermoso espectáculo de otoño.Imagen: picture-alliance/WILDLIFE

Arrasado antaño en el afán por obtener más tierras de cultivo, en la actualidad el alerce europeo recupera terreno en los bosques. Pero el doctor Silvius Wodarz, de la fundación "Baum des Jahres", piensa que deben plantarse más alerces también en las ciudades, como una forma de preservar su enorme valor, asegurar su sobrevivencia y expandir los dominios de una especie nativa que en condiciones ideales puede alcanzar los 40 metros de altura y conseguir un tronco de 1,5 metros de grosor.

El alerce crece a más de 2000 metros de altura en los Alpes y los Cárpatos (aunque también hay ejemplares a menor altura, especialmente en Inglaterra), donde cumple una importante función como barrera de protección contra avalanchas de nieve. A pesar de los esfuerzos por aumentar su presencia, al hecho de que se trata de una especie pionera, es decir que invade territorios, y a que rara vez los insectos lo atacan, el alerce ocupa sólo el 1% de las superficies de bosques nativos en Alemania.

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Arboles enmarcan el paisaje del Königssee.Imagen: Nationalparkverwaltung Berchtesgaden

Ayuda a descontaminar

Como si las gracias del alerce no fueran ya suficientes, estudios realizados en Inglaterra demuestran que este árbol en particular cumple mejor la función de mejorar la calidad del aire en las ciudades, gracias a su mayor tolerancia a la contaminación atmosférica. Además, con su resina, llamada también trementina, se hacen ungüentos y otros productos cosméticos. Para obtenerla, muchas veces se agujerea el tronco de árbol con taladros. Su madera también sirve para la construcción de barcos.

Para su reproducción, el alerce necesita de la ayuda del viento, pero también de ardillas y pájaros carpinteros, que transportan de un lugar a otro los granos que darán origen a nuevos alerces. Su mayor enemigo, además del ser humano, es un hongo que se conoce como "cáncer del alerce", que deforma las ramas del árbol. El primo del alerce europeo, el alerce japonés (también presente en los bosques de Europa) es más resistente al ataque de ese invasor.

Autor: Diego Zúñiga
Editor: Emilia Rojas