1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Peligroso amianto

7 de julio de 2011

Por su peligro para la salud, en la Unión Europea el amianto no está permitido desde 2005. Pero en muchos otros países se sigue utilizando. Su venta es un lucrativo negocio, y éste se interpone a una prohibición mundial.

https://p.dw.com/p/11r6W
Die Arbeiter mit Schutzanzügen, Brillen und Atemmasken packen Asbest in so genanntes Bigpack - wird so auf Deponie ransportiert. Das Bild wurde im Mai 2011 in Wuppertal-Barmen gemacht. Copyright: Markus Rost, Firma Exponent
Edificio contaminado con amianto en Alemania.Imagen: Markus Rost
Wuppertal-Barmen, oeste de Alemania. Bajo estrictas medidas de seguridad se limpian de amianto las paredes de un viejo edificio. De arriba abajo cubre una gruesa lámina de plástico la fachada del inmueble, y lo separa herméticamente del mundo exterior. Dentro, los trabajadores visten trajes protectores, gafas y mascarillas, y pasan por un sinfín de controles antes de poder iniciar su labor.
También en los años 80 se construía en Alemania usando amianto, y eso a pesar de que sus consecuencias sobre el cuerpo humano eran ya conocidas: desde 1940 se reconocían diversos tipos de cáncer como enfermedad laboral si los empleados habían estado en contacto con el asbesto. Más de medio siglo hubo que esperar, sin embargo, para que llegara una prohibición al conjunto de la Unión Europea. Y aún hoy ésta no se ha extendido a todo el mundo.
Todos los amiantos son iguales
Rottenburg (Kreis Tuebingen) 28.20.2010 Ein Arbeiter entfernet mit Schutzanzug und Mundschutz, Eternitplatten von einem Dach einer Industriehalle. FOTO: Pressefoto ULMER/Markus Ulmer
Los trabajos en edificios contaminados con asbesto se realizan bajo altas medidas de seguridad.Imagen: picture alliance / Pressefoto Ulmer
“La producción internacional de amianto se ha reducido a la mitad desde 1988, pero el retroceso es muy diferente según los países”, cuenta el científico Rolf Packroff, “mientras que en Europa la prohibición ha hecho que desaparezca del mercado, en los Estados de la antigua Unión Soviética, pero también en China y Canadá, se sigue comerciando y se siguen levantando casas con asbesto.”
Ucrania, Kirguistán, Kazajstán, China o Canadá cuentan hoy por hoy con los principales yacimientos de amianto del planeta, por lo que no resulta extraño que sea precisamente aquí donde más se aplique. “En Canadá, por ejemplo, el lobby de los explotadores de asbesto es muy poderoso. Estos intentan, como es natural, vender su mercancía. A las consideraciones relacionadas con la salud se les resta constantemente importancia”, indica Packroff.
Los métodos para quitarle valor a las advertencias médicas son variados. Los canadienses argumentan que el llamado “amianto blanco” que sale de sus tierras es menos agresivo que el común, una tesis que, según Packroff, no se sostiene: “existen incontables estudios toxicológicos que han medido incontables valores en humanos, y todos ellos aseguran que no hay grandes diferencias entre los diversos tipos de asbesto”.
Material de construcción barato
Banned or restricted in 52 countries, asbestos use is growing quickly in developing countries like India. (Credit: Sonumadhavan) http://www.publicintegrity.org/investigations/asbestos/articles/entry/2240/ Zulieferer: Thomas Bärthlein, 23. Juli 2010
En países en desarrollo como la India se sigue usando el amianto en la construcción.Imagen: Sonumadhavan
India, Indonesia, China, Tailandia, Vietnam… el listado de países en desarrollo que importan amianto es largo. Este material de construcción es barato. La falta de conciencia acerca de los peligros que entraña lleva a ignorar gran cantidad de cuestiones relacionadas con esta problemática.
“Casi no tenemos informes”, se queja Rokho Kim, de la Organización Mundial de la Salud, “tal vez los médicos no están lo suficientemente formados en este campo para emitir un diagnóstico o tal vez algunos dependen demasiado de los gobiernos o de las empresas. Tal vez los pacientes tienen miedo de decir que están enfermos y arriesgarse a perder su trabajo. Sea como fuere, nuestro problema es que apenas se comunican casos y eso hace que carezcamos de cifras oficiales”.
Aún así, la OMS no cesa en su empeño y se esfuerza por imponer un freno internacional al amianto: en encuentros con exportadores e importadores trata el organismo de extraer compromisos a las partes. Al fin y al cabo, se calcula que cada año mueren en el mundo 100.000 a consecuencia del asbesto.
Autora: Anna Florenske/ Luna Bolívar
Editor: Enrique López Magallón