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Mayoría antinuclear en Francia

5 de julio de 2011

La energía atómica es indomable, y eso les ha quedado claro a los franceses después de la catástrofe de Fukushima. Ahora les toca a la clase política y a la poderosa industria nuclear resolver el problema.

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Manifestante arroja zapatos a fotos de políticos frente a central nuclear de Cattenom, Francia.
Manifestante arroja zapatos a fotos de políticos frente a central nuclear de Cattenom, Francia.Imagen: dapd

Los graves accidentes nucleares en la central atómica de Fukushima, consecuencia del terremoto y el tsunami que asolaron a Japón, también conmocionaron a Francia, el segundo país en importancia en cuanto a energía nuclear. Cerca de un 80 por ciento del abastecimiento eléctrico de Francia proviene de un total de 58 centrales atómicas.

Desde que el general de Gaulle dictó los rumbos del extenso programa nuclear durante los años 60 para garantizar la independencia de Francia en el área energética, la supremacía de la industria nuclear gozaba de consenso. Pero la catástrofe japonesa ha provocado un cambio de pensamiento en la sociedad francesa.

Catástrofe nuclear, también posible en Francia

Según encuestas, un 77 por ciento de los franceses se pronuncia a favor de un “abandono progresivo” de la energía atómica, con lo cual se rompe con un tabú. El consenso atómico francés está en proceso de fragmentación desde comienzos de abril de 2011.

A escasas tres semanas del accidente de Fukushima, André-Claude Lacoste, director de la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa, reconoció por primera vez públicamente que en Francia tampoco se puede descartar una catástrofe de esa magnitud. Y luego de haber aprendido las primeras lecciones que dejó Fukushima, admitió ciertas falencias en los estudios acerca de la seguridad de las plantas nucleares francesas. “No hemos podido investigar los posibles daños que podrían causar un terremoto o una inundación en las centrales atómicas”, fue la autocrítica de Lacoste.

Nicolas Sarkozy anunció nuevas inversiones en planes nucleares.
Nicolas Sarkozy anunció nuevas inversiones en planes nucleares.Imagen: AP


Sarkozy sigue apostando a la energía nuclear

Sin embargo, la voluntad de la ciudadanía parece no haber llegado aún a los oídos de los políticos. A fines de junio, el presidente Nicolas Sarkozy presentó su gran programa económico con el título de “Inversiones para el futuro” resaltando la importancia del uso civil de la energía atómica. “Pondremos a disposición 1.000 millones de euros para el programa nuclear del futuro, en especial para centrales nucleares de cuarta generación”, anunció el jefe de Estado francés por televisión.

Su Gobierno también invertirá importantes sumas en la investigación para fortalecer la seguridad de las inversiones. Sarkozy señaló con orgullo que Francia “ya tiene una posición aventajada reconocida a nivel internacional” en lo que a la industria nuclear se refiere.

Partidos franceses apoyan el cambio nuclear

Yves Marignac cree que habrá cambios profundos en el panorama nuclear francés.
Yves Marignac cree que habrá cambios profundos en el panorama nuclear francés.Imagen: Wise-Paris

Si bien Nicolas Sarkozy está convencido de que la energía nuclear todavía tiene futuro en Francia, al menos anuncia que se le pondrán límites, tal vez en un intento populista de seguir la corriente del cambio. Según él, se reducirá el porcentaje de electricidad producida en centrales nucleares a largo plazo, pero no explica de qué modo se logrará hacerlo.

Pero parecería que Sarkozy y su Gobierno de derecha son los únicos que juran fidelidad a la poderosa industria nuclear. De acuerdo con Yves Marignac, experto en política energética y director de la sede parisina de la ONG World Information Service Energy (WISE), “todos los otros partidos han dado un giro más o menos significativo al respecto en las últimas semanas”. El espectro, según Marignac, va desde los que proponen un abandono de la energía nuclear a mediano plazo hasta quienes, más moderados, opinan que hay que reducir el porcentaje de electricidad nuclear en la producción nacional.

“Esto es algo nuevo en Francia”, subraya Yves Marignac , y la industria nuclear francesa no está en absoluto preparada para un cambio de ese estilo.” El experto señala que, en los últimos 50 años, la industria nuclear se desarrolló dentro de un marco político seguro. “Hasta el momento, la política atómica era considerada una prioridad nacional”, dice. Pero agrega que eso ya no es así, ya que “como resultado de las elecciones presidenciales de 2012 podría llegar al poder una mayoría que aspire a un apagón nuclear total a largo plazo”.

Industria nuclear en la picota

Planta nuclear de Fessenheim, en Francia.
Planta nuclear de Fessenheim, en Francia.Imagen: AP

A fines de junio, el periódico francés Le Monde reveló que se ocultaron accidentes ocurridos durante la construcción del Reactor Europeo Nuclear de Agua a Presión (EPR por sus siglas en alemán), una central nuclear de última generación. EL EPR está considerado como uno de los reactores más seguros y un potencial éxito de exportación de la industria nuclear francesa.

El japonés Taro Mitamura sigue el debate con mucha atención. Mitamura es experto en energía atómica y director del estudio de la emisora japonesa NHKa en París. Según él, las autoridades francesas dan prioridad al incremento de la seguridad de las plantas, y cree que los responsables no escatiman esfuerzos en reforzar los estándares de seguridad internacionales. “En este aspecto, Francia podría ser líder”, dice Mitamura.

No obstante, no es seguro que esta estrategia de la industria nuclear por mejorar su imagen de buenos resultados, ya que el debate no desaparecerá tan rápidamente de los titulares. A principio de 2012 habrá elecciones en Francia, y la Unión por un Movimiento Popular, el partido gobernante, es el único a favor de un curso nuclear ilimitado.

Autora: Suzanne Krause/ Cristina Papaleo

Editora: Emilia Rojas-Sasse