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Más de 4.700 granjas cerradas ya en Alemania por contaminación con dioxina

7 de enero de 2011

La contaminación de alimento para animales de criadero con dioxina ha llevado ya a la clausura temporal de 4.709 establecimientos en Alemania. La Fiscalía investiga, se exigen duras penas para los responsables.

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Imagen: picture-alliance/dpa

La mayor parte de establecimientos que utilizaron alimentos que contenían esta sustancia se encuentran el estado federal de Baja Sajonia. Por el momento, la clausura de los establecimientos fue decidida por precaución.

El gobierno alemán parte de la base de que al menos 3.000 toneladas de piensos para gallinas ponedoras, otras aves y cerdos fueron mezcladas con la peligrosa dioxina, aunque los expertos aún no han hecho una estimación oficial.

De momento no se sabe la cantidad de carne y de huevos contaminados que han salido al mercado. Las autoridades decidieron sacrificar animales que habían sido contaminados con la sustancia tóxica.

Dioxin / Labor / Chemie / Futtermittel
Laboratorios analizan sin pausa muestras de alimentos.Imagen: dapd

El escándalo en Alemania por la contaminación con dioxina de animales para el consumo y productos animales afecta ya a medio país, dijo la ministra de Protección al Consumidor, Ilse Aigner.

"De momento sabemos que ocho estados federados están afectados", dijo la ministra de la Unión Cristiano Social (CSU) en la localidad bávara de Wildbad Kreuth.

Según informaciones de su ministerio, al menos 3.000 toneladas de ácido graso de la producción de biodiésel -un producto utilizado como lubricante- fueron enviadas a 25 fabricantes de piensos en Hamburgo, Mecklemburgo-Vorpommerania, Baja Sajonia, Renania del Norte-Westfalia y Sajonia-Anhalt.

Se teme la contaminación de que 150.000 toneladas de pienso

Los piensos mezclados con la peligrosa dioxina se utilizaron en granjas y criaderos de gallinas ponedoras, otras aves y cerdos en ocho estados federados repartidos por todo el país: Brandeburgo, Hamburgo, Baja Sajonia, Renania del Norte-Westfalia, Sajonia,

Sajonia-Anhalt, Schleswig-Holstein y Turingia.

Los expertos temen que en el peor de los casos ascienda a 150.000 toneladas.

De momento no se sabe la cantidad de carne y de huevos contaminados que salieron ya al mercado. Entre el 12 de noviembre y el 23 de diciembre se detectaron siete envíos de productos sospechosos a cuatro estados federados de Alemania, según un informe del Ministerio de Agricultura enviado a la comisión parlamentaria correspondiente.

Además, sigue sin haber información suficiente sobre los efectos que puede tener la dioxina en ganaderos y consumidores, aunque los responsables de Sanidad reiteran que no existe peligro "agudo" para la salud.

Las autoridades de los estados federados afectados están haciendo todo lo posible por aclarar la situación. Sólo en Baviera, en el sur del país, se han analizado ya 100.000 huevos.

Duras penas para los responsables

El sector político ha anunciado duras penas para los responsables, mientras que la fiscalía alemana ha abierto una investigación contra un fabricante de piensos del norte del país, sospechoso de haber causado la peligrosa contaminación con dioxina.

La propia compañía, Harles & Jentzsch, de la localidad de Uetersen, en el estado de Schleswig-Holstein, descubrió en controles de rutina los piensos contaminados con ácido graso suministrado por una empresa holandesa.

Al parecer, se trató de un "error humano". El fabricante de biodiésel Petrotec vendió el ácido graso al comerciante holandés Olivet, quien a su vez se lo envió a Harles & Jentzsch, que en vez de utilizarlo para fines técnicos, lo mezcló "por error" con pienso para animales.

La legislación actual prevé penas de hasta tres años de prisión o fuertes multas monetarias para los responsables, en el caso de daños a la salud por el empleo de sustancias prohibidas.

Las autoridades dispusieron el cierre preventivo de más de mil granjas y criaderos en varios estados federados del país. Además se sacrificaron animales que habían sido contaminados con la sustancia tóxica.

dpa
Editor: Pablo Kummetz