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Hungría: libertad de prensa en peligro

22 de diciembre de 2010

El Parlamento húngaro aprobó nueva ley que permite controlar y sancionar a medios de comunicación del Estado. Las reacciones no se han hecho esperar en la UE, que el primer semestre de 2011 será presidida por Hungría.

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Protestas contra la nueva ley de prensa en Hungría.Imagen: picture-alliance/dpa

Críticos en el interior del país y en el extranjero consideran la nueva normatividad como un medio de censura para la prensa. Periodistas húngaros temen el fin de la libertad de expresión, ya que las leyes pueden ser aplicadas arbitrariamiente y las multas de hasta 90.000 euros pueden acabar con las finanzas de una redacción.

Ungarn Pressefreiheit Demonstration
Algunas manifestaciones fueron silenciosas.Imagen: picture-alliance/dpa

A comienzos de diciembre, una gran sorpresa esperaba a los lectores húngaros de algunos periódicos y revistas: las portadas del diario izquierdista y cercano a los sindicatos “Népszava” (voz del pueblo) y de los dos semanales culturales y políticos más importantes, “Magyar Narancs” (naranja húngara) y “Élet és irodalom” (vida y literatura), habian aparecido en blanco.

Fue el signo de protesta más simbólico contra la política de medios del Gobierno populista, nacionalista y conservador del primer ministro Viktor Orbán. Pero pese a todo, la ley será aplicada a partir del primero de enero 2011.

¿Pronóstico drástico?

El escritor húngaro György Dalos, que vive en Berlín, sigue a la distancia la situación política de su país. Pero él también está preocupado del desarrollo de las medidas contra los medios: “La ley centraliza toda la estructura de los medios de una manera que no se ha visto en el país desde 1989. La intención verdadera es el fortalecimiento absoluto del poder. Parece que se están preparando efectivamente para ser el partido gobernante por lo menos durante los próximos 30 años.”

Las condiciones para realizar esto son propicias. En las elecciones de abril pasado (2010), el partido de Orbán, la Unión Cívica Húngara (FIDESZ) pudo conseguir una mayoría de dos tercios en el parlamento. Desde entonces, Orbán está transformando radicalmente el Estado y la administración. Y su política incluye controlar mejor los medios y poder castigar a críticos desagradables.

Autoridad cuestionada y poco democrática

En julio, antes de que la nueva ley se votara en el Parlamento, el Gobierno fundó una autoridad de supervisión de medios que decide sobre el presupuesto y sobre el personal tanto de las emisoras de radio y de televisión como de la agencia de noticias estatal MTI.

Ungarn - designierter Regierungschef Viktor Orban / FIDESZ
Viktor Orbán, jefe de Gobierno en Hungría.Imagen: AP

Además en octubre se creó un “consejo de medios” cuyos miembros, todos fieles al Gobierno, tienen poderes extensos para controlar y sancionar a los medios del derecho público. La base será una llamada “carta de medios” que entre otras cosas obliga a los periodistas a reportar “objetivamente y equilibradamente” y a difundir "valores cristianos, patriotas y nacionales".

Críticas de exterior

Pero la crítica que viene del extranjero no puede reprimir tan fácilmente. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Parlamento Europeo pusieron en tela de uicio las nuevas leyes húngaras.

A través del viceportavoz gubernamental Christoph Steegmans, la canciller alemana, Angela Merkel, criticó al Gobierno de Orbán por socavar el Estado de derecho. El Gobierno alemán observará el impacto de este cambio en la legislación de medios “con gran atención”.

El portavoz de Merkel insistió en la “responsabilidad especial” que va asumir Hungría durante su presidencia de la Unión Europea el próximo año, representando también sus valores en el mundo entero.

Autor: Keno Verseck / Johanna Wollin

Editor: Enrique López