Aumentan los criminales con canas
28 de diciembre de 2004
Una dama de avanzada edad decidió olvidarse de hornear pasteles y optó por una vida más emocionante al borde de la ley. Salió a la calle y consiguió dinero robando bancos, por lo menos cuatro en los últimos cuatro años. La señora tiene más de 70 años.
En noviembre, la policía seguía el rastro de una organización de atracadores de bancos que habían robado 400.000 euros. Los tres detenidos, que amenazaban a los empleados de los bancos con pistolas y granadas de mano, tenían 63, 72, y 74 años.
La veteranía es un grado
“Se está produciendo un incremento del número de mayores que comenten delitos y tenemos que enfrentarnos al problema”, declaró Jutta Rosendahl, portavoz del ministerio de Justicia de Baja Sajonia. El gobierno está planeando abrir la primera prisión del país destinada únicamente a personas mayores de 60 años.
La funcionaria de Justicia quiere renovar una cárcel cerca de la localidad de Bückeburg y transformarla en un penal de “baja seguridad” exclusivo para los más mayores. Ellos tienen diferentes necesidades que los jóvenes y en vez de gimnasio o cancha de baloncesto, la prisión ofrecerá fisioterapia y estará equipada con comodidades para los ancianos criminales.
Los trabajos que se realizarán en la prisión también estarán adaptados a la media de edad de sus “inquilinos”. Es decir, se dedicarán a trabajos manuales que puedan realizar sentados. También el programa de reinserción sufrirá algunos cambios. A esa edad, ya no es tan necesario tener un bachiller o un título universitario. Los cursos que se impartirán estarán destinados a mejorar algunas costumbres básicas del día a día, por ejemplo, cocinar. “No será una clínica de belleza para ancianos. Pero estará dirigida a sus necesidades y les dará la oportunidad de mejor vida cuando salgan de la prisión”, declaró Rosendahl.
Según las estadísticas, la criminalidad entre ancianos aumentó en Alemania en un 28% desde 1990, y por lo tanto, el número de mayores encarcelados aumentó hasta los 400, mientras el número de jóvenes detenidos desciende tímidamente.
Soledad, vejez y falta de atenciones
Para los criminólogos no existe un aumento de la criminalidad entre los mayores. Una de las razones del aumento es muy lógica. Los datos demográficos demuestran que la población alemana está envejeciendo. Por eso el grupo de posibles criminales es cada vez más amplio. “Cuantos más ancianos haya, más criminales mayores habrá”, opina Arthur Kreuzer del Instituto de Criminología de la Universidad de Giessen.
Otra de las razones es el cambio en la calidad de vida de los jubilados en Alemania. La cantidad de mayores con problemas económicos es mayor debido al aumento los precios mientras las pensiones quedan estancadas. “La gente mayor tiene que vivir con menos dinero y se ve obligada a robar en tiendas para mantener un digno estatus de vida”, dice Frank Geppert de la asociación Freie Hilfe Berlín dedicado a la reinserción de presos.
Otra de las razones podría ser el aislamiento al que se enfrentan los ancianos en el país. En este caso, un delito puede ser considerado como una pequeña aventura emocionante para salir de la rutina de la soledad. Otros esperan ser atrapados por un guarda de seguridad, atrayendo así la atención que les falta en la vida diaria.
No todos piensan que la prisión para ancianos sea una buena idea. De acuerdo con Geppert, una de las funciones de las prisiones alemanas es mezclar a los delincuentes también entre gente de distintas edades. Así quieren representar en la medida de lo posible la sociedad exterior. Una prisión exclusiva para ancianos llevaría a los reclusos a una realidad ajena al mundo real.
El aumento de la criminalidad entre ancianos en Alemania no es sin embargo tan grave. Pese a que los ancianos abarcan campos criminales tan distintos como abusos sexuales o extorsión, el 80% de los casos son pequeños hurtos en tiendas.